Yamel Villabrille 
Yamel Villabrille, Odontóloga - Endodoncista
Es bien sabido que fumar es perjudicial para la salud en general, pero la adicción al tabaco es un tema importante cuando de salud bucal se habla.
Al momento de un fumador aspirar el cigarrillo, la boca es el primer receptor del humo, por tanto, su presencia es capaz de afectar todos los órganos del sistema oral. Ese humo suele provocar lesiones en los tejidos bucales y dichas lesiones pueden degenerar en cáncer.
El cáncer oral es una enfermedad muy agresiva, puede llevar a la muerte, y si se trata, los tratamientos arrojan grandes secuelas. Diversos estudios han llegado a la conclusión que los pacientes fumadores tienen 27 veces más probabilidades de padecer cáncer oral, 15 veces cáncer de esófago y 53 veces más posibilidades de desarrollar cáncer de laringe.
Otra condición negativa es que el tabaco altera la flora microbiana de la boca, esto genera mal aliento y una alta posibilidad de sufrir enfermedades de las encías y los tejidos circundantes del diente. La alteración de la flora microbiana produce un mayor índice de caries.
El efecto que ejerce la nicotina es vasoconstrictor para la encía, es decir, afecta el aporte de oxígeno que debe haber sobre ella.
El humo que destila el tabaco puede reducir la capacidad de defensa y favorecer la aparición de bacterias, esto hace que el paciente sea más propenso al acúmulo de sarro y más débil para combatir bacterias, es por esto que dichas bacterias destruyen con más facilidad los tejidos que sostienen el diente si se compara con un paciente no fumador, como consecuencia la raíz del diente queda expuesta y se forman caries radiculares (caries en la raíz del diente), cuando las caries no se tratan a tiempo el paciente tendrá que realizarse un tratamiento de canal; en el peor de los casos, si la afectación de los tejidos sostenedores del diente es demasiado avanzada, la perdida de la pieza es inminente.
Por otro lado, es difícil encontrar personas fumadoras que gocen de una bonita apariencia dental, debido a que la acción de la nicotina disuelta en la saliva puede penetrar al interior del diente, cruzando el esmalte y la dentina, por eso es tan común que los fumadores tengan dientes más oscuros, pardos, dándose la posibilidad de casi tenerlos color negro.
Si no le preocupa mucho saber todas los efectos secundarios para el medio bucal que tiene fumar; si su solución es curar cualquier enfermedad desencadenada por su adicción con solo ir al odontólogo; la mala noticia es que las cirugías que se realizan en pacientes fumadores suelen tener un retraso en la cicatrización de los tejidos, el cigarro es un mal aliado para la preservación de implantes dentales y cualquier tipo de tratamiento estético.
La única manera de prevenir todos estos problemas es dejando de fumar, si usted es un paciente fumador, por su propio bienestar, ¡déjelo!
Dios le bendiga abundantemente.
