La República Dominicana, mediante diversos programas públicos y privados, ha beneficiado a miles de jóvenes con becas nacionales e internacionales.
Los programas de ayuda o asistencia económica son instrumentos válidos para garantizar la realización de estudios de calidad, tanto en instituciones educativas localizadas en el país como academias en el extranjero.
Es decir, las becas son auténticos instrumentos de inclusión social e igualdad de acceso a educación de calidad, para aquellos jóvenes talentosos de escasos recursos que son merecedores de una asistencia oportuna.
En consecuencia, deberíamos preguntarnos cuáles son los resultados de dicha inversión social, ¿qué impacto están teniendo dichos programas de asistencia social en la vida de sus beneficiarios? ¿podemos medir los beneficios que reporta dicha inversión en la competitividad país?
Las naciones más desarrolladas del planeta tienen políticas públicas encaminadas a crear, retener y atraer talento humano. Se puede mencionar la estrategia que implementan países como Canadá al invertir millones para promover el país como un buen destino para aquellos profesionales en ingeniería y tecnología que quieran tener mejores condiciones de vida.
De frente a esta realidad, nuestro país debe evaluar y medir la cantidad de talentos dominicanos que año tras años abandonan su hogar y emigran a países desarrollados como el mencionado.
Cientos de profesionales de alto desempeño profesional encuentran mejores oportunidades fuera de nuestro país. Algunos de los beneficiarios de becas internacionales se quedan donde realizaron una maestría o doctorado.
Esto significa que nuestro país padece una fuga de cerebros hacia países más desarrollados, incluyendo aquellos fueron beneficiados por una beca.
Las ayudas o apoyos del gobierno, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil, deben tomar en cuenta el establecimiento de mecanismos que aseguren el retorno y la permanencia de dichos ciudadanos en el país.
Establezcamos las condiciones para que nuestros mejores profesionales puedan desarrollarse en nuestro país. No perdamos más talentos. Ayudemos a retener los cerebros que permitirán aumentar la competitividad de nuestra nación.