“Fue nuestro único objetivo el librar nuestra amada patria”

“Fue nuestro único objetivo el librar nuestra amada patria”

“Fue nuestro único objetivo el librar nuestra amada patria”

Santo Domingo.-“Fue nuestro único objetivo el librar a nuestra amada patria del control absoluto de la fiera humana que la ultrajó durante los últimos 31 años”.

Con estas palabras el Héroe Nacional, Antonio Imbert Barrera, fallecido ayer a los 95 años, narró a solo días del asesinato del dictador, Rafael Leónidas Trujillo las motivaciones de los ajusticiadores para emprender tan arriesgada acción.

Al igual que gran parte de la población de la época, Imbert Barrera estaba hastiado de los atropellos del sátrapa, de los cuales su propia familia había sido víctima.

Esto lo llevó a unirse al grupo de conspiradores que la noche del 30 de mayo de 1961 lograron acabar con 31 años de opresión.

“Siempre fui de opinión que el primer paso a dar para terminar con la tiranía de Trujillo fuese la eliminación física de su persona”, expresó Imbert Barrera tres días después de ese acontecimiento en un escrito de cuatro páginas donde reveló los detalles del ajusticiamiento.

El texto íntegro de este documento descansa en el Museo de la Resistencia.

Su papel histórico

Aunque no estaba estipulado, la noche del 30 de mayo, Antonio Imbert Barrera, fue designado conductor de uno de los tres vehículos que dieron seguimiento al tirano hasta ser emboscado en la avenida que hoy lleva el nombre de esa fecha.

En el vehículo que condujo estaba Antonio de la Maza (líder de los ajusticiadores), quien ocupaba el asiento derecho delantero, y en el asiento trasero iba el teniente Amado García Guerrero y Salvador Estrella Sadhalá.

Fue de este automóvil de donde salieron los primeros disparos contra el sátrapa.

Una vez se detuvo el chofer de Trujillo, Imbert Barrera se unió a sus compañeros en el intercambio de disparos.
Luego de varios minutos de un intenso tiroteo los ajusticiadores acabaron con el hombre más poderoso y temido de todo el país.

“Antonio Imbert Barrera fue parte fundamental de aquel grupo de hombres que la noche del 30 de mayo de 1961 asesinaron el miedo de tres décadas en nuestro país. Por lo tanto es un referente histórico”, estima el historiador José Miguel Soto Jiménez.

Además de Antonio de la Maza, Antonio Imbert Barrera, Salvador Estrella Sadhalá y Amado García Guerrero, también participaron en el ajusticiamiento Pedro Livio Cedeño, Huáscar Tejeda Pimentel y Roberto Pastoriza Neret.
Imbert Barrera y Luis Amiama Tió fueron los únicos sobrevivientes de la trama contra Trujillo.

Vida

A lo largo de su vida Antonio Imbert Barrera llegó a ocupar posiciones importantes, entre ellas, presidente número 47 de la República en el año de 1965.

Nació en Puerto Plata el 3 de diciembre de 1920 y proviene de una familia de renombre de la época.

Entre sus ancestros está el general José María Imbert, quien fue uno de los héroes de la batalla del 30 de marzo de 1844 en Santiago.

Sus padres fueron María del Consuelo Barrera Steinkopf, de ascendencia gallega, alemana y francesa, y su padre Segundo Manuel Imbert Mesnier, de ascendencia francesa.

Durante los años 40 fue designado gobernador de Puerto Plata.

“Un dato que muchos no conocen es que en sus inicios Imbert Barrera fue marino mercante”, reveló el historiador Soto Jiménez. Imbert Barrera formó parte de los militares que participaron en el golpe de Estado contra el presidente Juan Bosch en 1962, razón por la que es criticado por diversos sectores.

Incluso, estos cuestionamientos han llegado al Congreso, donde en la historia reciente se ha solicitado que le sea retirada su condición de Héroe Nacional.

Durante la revuelta de abril de 1965 Imbert Barrera se ubicó del lado de los militares interventores y estuvo al frente de una facción que luchó contra el gobierno de Francisco Alberto Caamaño. Así mismo participó en la denominada “Operación limpieza”, que se llevó a cabo contra los militares constitucionalistas.

Durante el gobierno de Joaquín Balaguer fue nombrado secretario de las Fuerzas Armadas de 1986 a 1988.
Posteriormente, en 1989, lo designaron presidente del consejo de administración de la compañía minera Rosario Dominicana.

A parte de ser mayor general de por vida, Imbert Barrera fue condecorado con la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella.

La directora del Museo Memorial de la Resistencia, Luisa de Peña, consideró que en todo momento Antonio Imbert Barrera mostró una actitud valiente y de arrojo en favor del pueblo dominicano.

“Pese a cuestionamientos es sin lugar a dudas un héroe nacional”, manifestó De Peña.