David Fry miró hacia su dugout y vio a sus compañeros saltar sobre las barandas, lanzar sus implementos al aire y saltar de alegría. Cleveland estaba a siete outs de que su temporada terminara. Pero en lugar de eso, Fry le dio a su equipo la chispa que había estado ausente desde el sábado.
“Es algo que sueñas como niño y piensas en eso siempre, y en la temporada muerta, cuando estás trabajando en todo eso,” expresó Fry, “y luego sucede, y pasa muy rápido.”
Fry salió de la banca, bateando como emergente por Kyle Manzardo con dos outs en el séptimo inning, un corredor en segunda y su equipo perdiendo por una carrera. El sexto lanzamiento que vio del relevista de los Tigres, Beau Brieske, se convirtió en el momento más destacado de su joven carrera, cuando conectó un jonrón de dos rayitas que le dio a los Guardianes una ventaja que no perderían en la victoria por 5-4 sobre los Tigres en el Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Americana el jueves en Comerica Park.
Además, Fry trajo una carrera decisiva con un squeeze play en la novena entrada, manteniendo viva la campaña de su equipo.
En todas las series de postemporada al mejor de cinco, los equipos que han ganado el Juego 4 cuando estaban abajo en la serie 2-1 han ganado el Juego 5 y la serie 27 de 48 veces (56%). De cara al Juego 5, los equipos tienen un récord de 62-66 en la historia de la playoffs al jugar un encuentro decisivo su estadio. Esto incluye la derrota de los Cerveceros ante los Mets en el Juego 3 de la Serie del Comodín de la Liga Nacional de este año.
Esta fue la primera vez que los Guardianes ganaron un potencial juego de eliminación desde el Juego 6 de la Serie Mundial de 1997, rompiendo un récord de postemporada de 11 derrotas consecutivas al enfrentar la eliminación. También fue el primer bambinazo para tomar la ventaja como bateador emergente en la historia de la postemporada de Cleveland. Y ahora, tienen la oportunidad de avanzar a la Serie de Campeonato de la L.A. con una victoria en el Juego 5 de la SDLA el sábado en Progressive Field.
Es muy apropiado que este sea el equipo de Cleveland que rompa la racha. Este es un grupo que ha estado impulsado por los que han dudado en ellos desde el inicio de los Entrenamientos de Primavera. Y también es apropiado que Fry lo hiciera de una manera que encapsuló por todo lo que han pasado los Guardianes del 2024.
El dirigente Stephen Vogt lo explicó perfectamente antes del juego, cuando reunió a su equipo y les recordó que habían llegado a este punto apoyándose mutuamente, pasándole el batón al siguiente y sin depender de que solamente una persona fuera el gran héroe.
Fry nunca ha intentado ser el héroe. Fue el jugador a determinarse en un canje de noviembre del 2021 que envió al dominicano J.C. Mejía a Milwaukee. Era un receptor suplente/utility que quizás no habría tenido un lugar en el roster del Día Inaugural si no fuera por su versatilidad defensiva. No se suponía que Fry fuera un titular, pero durante la primera mitad de la campaña, obligó a los Guardianes a que viera acción contra derechos y zurdos porque estaba encendido con el bate. Esto lo llevó a ser uno de los convocados al Juego de Estrellas más inesperados en el roster de la Liga Americana.
“Obviamente, este fue el partido en que todos se dieron cuenta la clase de jugador que es”, señaló el receptor Austin Hedges.
Fry pudo haber enfrentado problemas en la segunda mitad, pero los Guardianes sabían la clase de arma tenían en la banca. Solo necesitaban el momento perfecto para usarla. Y tras un compromiso en el que el estilo agresivo de Vogt lo dejó limitado en las últimas entradas, consiguió los resultados que quería en el turno de Fry en el momento adecuado.
“Queríamos contar con el enfrentamiento diestro contra diestro”, explicó Vogt, “y David Fry es uno de los mejores peloteros en esta liga”.
Apenas cuatro jugadores en la historia de la L.A./L.N. han conectado un vuelacercas de la ventaja en la postemporada cuando su escuadra estaba abajo en la séptima entrada o después: Fry, Eric Hinske, Ed Sprague y Kirk Gibson.
Este ha sido un tema durante toda la temporada para los Guardianes, que lideraron el Joven Circuito con 42 remontadas. El bambinazo de Fry le dio a Cleveland una ventaja de una carrera, pero los Guardianes sabían que necesitarían más para obligar el Juego 5. Por eso, con Fry llegando a batear en la novena y un corredor en la tercera base, Vogt le preguntó si se sentía cómodo realizando un squeeze play.
“Le dije que no era muy buen bateador en la escuela secundaria, entonces tengo bastante confianza; tuve que realizar muchos toques”, bromeó Fry.
Fry realizó un toque perfecto, y Brayan Rocchio realizó una excelente jugada al deslizarse hacia el plato, lo que logró que Cleveland se despegara. Por eso cuando los Tigers anotaron una carrera en el noveno episodio, no importó tanto.
Cuando están contra la pared, los Guardianes han ascendido a otro nivel. Cuando están en desventaja en los últimos capítulos, nunca dudan en sus capacidades. Cuando no pueden conseguir el hit clave, acuden a la Pelota Guardianes.
Fry demostró exactamente por qué ese estilo de juego del conjunto los ha llevado tan lejos y los mantendrá en la contienda siempre que sigan con su plan.
“Él significa todo para nosotros”, declaró Hedges, “y es un gran motivo por el que estamos aquí ahora mismo es David Fry”.