Santo Domingo.- La presidenta en funciones del Frente Amplio, María Teresa Cabrera, calificó como «inaceptable» la llamada «propuesta de modernización fiscal» que el gobierno pretende imponer.
«La reforma fiscal propuesta por el presidente Abinader es inadmisible, ya que casi el 80% de la carga impositiva que plantea recae sobre la clase media y los sectores más empobrecidos», señala un comunicado de prensa emitido por la organización política.
Cabrera explicó que, en lugar de revertir el carácter regresivo del régimen tributario, esta propuesta lo profundizaría, haciendo que quienes menos tienen sigan pagando más impuestos.
«En definitiva, esta propuesta no promueve la equidad social», agregó.
Como ejemplo, mencionó que el principal banco comercial privado del país informó hace unos meses que, el año pasado, generó ganancias superiores a los 30 mil millones de pesos, pero solo pagó 7 mil 384 millones en impuestos.
«Si ese banco aportara 12 mil millones en impuestos, aún le quedarían 18 mil millones en ganancias para distribuir entre sus accionistas. Es decir, podrían contribuir más al Estado y, aun así, seguir obteniendo grandes beneficios», afirmó.
Cabrera destacó que esto sería un gesto mínimo de justicia, ya que esas ganancias bancarias se nutren, en gran parte, del dinero de los ahorrantes y de las reservas acumuladas en las AFP, que administran los fondos de pensiones de los trabajadores.
«Un gobierno con verdadera voluntad política para generar justicia fiscal debería apuntar a las grandes ganancias como fuente de recaudación, en lugar de aumentar los impuestos a quienes perciben menos ingresos. Sin embargo, este gobierno prefiere proteger a los más ricos y castigar a los sectores medios y empobrecidos. Por eso, el pueblo debe hacerse escuchar en las calles, mediante una movilización cívica y pacífica, para que su voz sea oída», subrayó Cabrera.
Finalmente, la líder del Frente Amplio invitó a los trabajadores, trabajadoras, sectores populares y a la ciudadanía en general, a participar hoy a las 5 de la tarde en el cacerolazo frente al Congreso.
«Porque, al final, la voz del pueblo solo se escucha en las calles y en las plazas, a través de la movilización cívica, pacífica y ordenada», concluyó Cabrera.