Décadas después del Sermón de Montesino un monje de esa comunidad dominica de San Esteban llamado Francisco de Vitoria establecería de manera sistemática el derecho de los indígenas de América (De Indis) a vivir libres basado en la experiencia de sus hermanos en La Española. Se le debe a Vitoria los llamados títulos sobre los indios, que son una selección de derechos que les amparaba.
“Los hombres no nacen esclavos sino libres. Por derecho natural nadie es superior a los otros. El niño no existe por razón de otros, sino por razón de sí mismo. Es mejor renunciar al propio derecho que violentar el ajeno.
Es lícito al hombre, la propiedad privada, pero nadie es propietario que no deba, a veces, compartir sus cosas… y en extrema necesidad, todas las cosas son comunes. Los dementes perpetuos, que ni tienen, ni hay esperanza de que tengan uso de razón, pueden ser dueños… tienen derechos. Al condenado a muerte le es lícito huir, porque la libertad se equipara a la vida.
Si el juez, no guardando el orden del derecho, obtuviese a fuerza de tormentos la confesión del reo, no podría condenarlo, porque obrando así no es juez.
No se puede dar muerte a una persona que no ha sido juzgada y condenada. Toda nación tiene derecho a gobernarse a sí misma y puede aceptar el régimen político que quiera, aun cuando no sea el mejor. Todo el poder del rey viene de la nación, porque esta es libre desde el principio.
El orbe entero, que en cierta manera constituye una república, tiene poder de dar leyes justas y convenientes a toda la humanidad. Ninguna guerra es justa, si consta que se sostiene con mayor mal que bien y utilidad de la nación, por más títulos y razones que haya para una guerra justa.
Si al súbdito le consta la injusticia de la guerra, no puede ir a ella, ni aun por mandato del príncipe. No es el hombre lobo para el hombre, sino hombre.”
Merece destacarse que estos títulos, valga decir derechos, anteceden en dos siglos y medio a la formulación de los Derechos del Hombre y el Ciudadano en la Revolución Francesa. Y su visión trasciende el momento en que fueron escritos y todavía en el presente siguen siendo válidos.
Vitoria es un faro de la dignidad humana que le dio una sistematización al reclamo de los dominicos en la Española en 1511. Es lamentable que Vitoria no sea estudiado en el presente con mayor interés.