Aficionados de Inglaterra se cubren la cara después de que la policía arrojase gas lacrimógeno tras un partido del Grupo B de la Eurocopa de Francia entre Inglaterra y Rusia en Marsella, Francia, el 11 de junio de 2016. (AP Foto/Darko Bandic)
París.- El Senado francés comenzó ayer a debatir la reforma laboral que quiere aprobar el Gobierno francés, en vísperas de una jornada de protestas y manifestaciones que los sindicatos han programado hoy, y en particular con una marcha en París que prometen que será de “enorme” envergadura.
El Senado tiene mayoría conservadora, de forma que va a modificar notablemente el texto que llegó de la Asamblea (donde domina la izquierda), por lo que el paso siguiente sería una comisión mixta paritaria entre las dos cámaras.
Si tampoco así se llegara a un consenso, el texto de la reforma volverá a la cámara baja para someterse al escrutinio de los diputados, estadio que podría evitar el primer ministro, Manuel Valls, amparándose de nuevo en el artículo 49.3 de la Constitución que le permite aprobarlo por decreto, pero a riesgo de una moción de censura.
Se espera que el Senado no altere el artículo 2 del texto, el más controvertido, que da prioridad a los acuerdos en la empresa sobre los convenios colectivos, y al que se oponen los sindicatos que organizan las movilizaciones, con la Confederación General de Trabajadores (CGT) a la cabeza. Esas centrales sindicales llevan semanas protestando con huelgas en los transportes públicos, la energía o la recogida de basuras contra el texto del Ejecutivo socialista, que no incluyó el presidente, François Hollande, en el programa que le llevó al Palacio del Elíseo en 2012.
Han convocado hoy en París una manifestación que la CGT quiere convertir en “una demostración” de fuerza “jamás conocida” en Francia, avisó ayer su líder, Philippe Martinez.
El Gobierno, a través de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, que da nombre a la ley, insiste en que está abierto a “mejorar” algunas de las disposiciones del texto, pero no cederá en ese simbólico artículo 2 que concentra la ira de los sindicatos.
El proyecto de ley tampoco satisface a la derecha, que entre otras cosas querría eliminar la jornada laboral semanal de 35 horas vigente en Francia e incorporar unos límites en las indemnizaciones que tienen que pagar las empresas por despido improcedente.
La manifestación de París, donde hoy no se disputa ningún partido de la Eurocopa de fútbol -que se celebra estos días en Francia-, partirá de la Place d’Italie en la mañana y atravesará la capital de este a oeste pare terminar en la explanada de los Inválidos.
