Fracaso flagrante

Fracaso flagrante

Fracaso flagrante

Casi un año de pandemia ha demostrado una resiliencia de la economía dominicana que asombra a algunos de quienes creían cuanta babosada decía la oposición antes de las elecciones.

La diversidad de los sectores que aportan al PIB, turismo, minería, comercio, industria, agricultura, finanzas y servicios, junto con los ingresos externos, préstamos y remesas, confirman que nuestro país es realmente prodigioso, pues ni los políticos ni la corrupción ni los haitianos han podido acabar con esta república.

Pero todo lo anterior depende de algo tan importante como que preservemos la salud: la educación y la instrucción pública, que han sido las cenicientas del período de emergencia por el Covid19.

Está demostrado que en escuelas, colegios, liceos y universidades donde se cumplan los protocolos sanitarios hay menos peligro de contagio que en supermercados, tiendas, colmadones, restaurantes u hoteles y otros establecimientos, los que con su griterío aminoplístico tienen al gobierno de vuelta y media poniendo y quitando restricciones.

Es impostergable volver a las aulas. La virtualidad ha fracasado flagrantemente. ¡A las clases!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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