Los dos principales partidos de oposición, el PLD y la Fuerza del Pueblo, enfrentan grandes retos de cara a las elecciones del año 2028.
Estos desafíos serán determinantes para la consolidación estructural de ambas organizaciones, que hoy compiten por posiciones claves: uno por recuperar el segundo lugar, y el otro por mantenerse cada vez más cerca del primero.
La Fuerza del Pueblo y el PLD son, en cierto modo, dos alas del mismo pájaro. Cuando uno crece en militancia, el otro inevitablemente disminuye.
Durante sus cinco victorias presidenciales, entre 1996 y 2016, el PLD obtuvo un promedio de 55 % de los votos (51.25 % en 1996, 57.11 % en 2004, 53.83 % en 2008, 51.21 % en 2012 y 61.74 % en 2016).
Tras la división de 2019, la Fuerza del Pueblo obtuvo 8.90 % en las elecciones del 2020, con el Partido Reformista como principal aliado, y un sólido 37 % en 2024. En contraste, el PLD descendió de 37 % en 2020 a apenas 10 % en 2024.
Si se combinan los porcentajes de ambos partidos por separado, los resultados han sido 45 % en 2020 y 47 % en 2024, cifras por debajo de su promedio histórico como organización unificada.
En este contexto, los retos son claros. Para volver al poder, ambos necesitarán pactar una alianza o provocar un golpe de efecto similar al que en 2020 cambió la correlación política: que la gente vote masivamente para sacar al oficialismo por cualquier razón y los perciba como la mejor alternativa.
Solo así podrán acercarse al 50+1 requerido para ganar en primera vuelta. Sin embargo, no parece que entre el PLD y la Fuerza del Pueblo exista voluntad de alianza, debido a la deteriorada relación entre los presidentes de ambas organizaciones.
En el hipotético caso de que ocurra una coalición, todo indica que tendría que ser encabezada por la Fuerza del Pueblo, que hoy ocupa la casilla número dos, por haber obtenido un mejor porcentaje en las elecciones pasadas.
Pero si ese escenario se concreta, el PLD corre un riesgo considerable: obtener un resultado incluso inferior al 10.39 % alcanzado en los últimos comicios.
De suceder, su trayectoria podría asemejarse a la del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organizaciones que aún existen, pero sin la fortaleza, ni la influencia que tuvieron en el pasado.
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José Miguel de la Rosa
Egresado de la carrera de Comunicación Social, mención Periodismo, por la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA). Posee diplomados en comunicación política, periodismo de datos, periodismo digital, entre otros. Cuenta con más de 13 años de experiencia en el ejercicio periodístico, co...
