Hay estilos cuyos efectos motivan el mayor elogio que es la imitación. Durante la campaña presidencial, por ejemplo, algunos candidatos criticaban acerbamente a otros, pero horas después sus anuncios y mensajes copiaban la esencia y a veces hasta las mismas palabras o contenido.
Este fin de semana las lluvias y vientos de la tormenta Laura permitieron ver otro ejemplo, de políticos que aprovechan la pauta iniciada por uno de los líderes más atípicos del país, David Collado, quien, ante cada oportunidad de descender al terreno de los hechos, lo hacía sin muchos aspavientos, con jeans y camisa arremangada, como es propio de quien anda fajado resolviendo.
Este lunes noticieros y periódicos trajeron videos y fotos de los principales funcionarios, desde el presidente hasta la alcaldesa, empleando el mismo estilo que inauguró David, que tan buenos resultados le ha dado entre sus seguidores.
La forma nunca suplanta al fondo, pero los arquitectos dicen que la función la determina. Desde que Danilo brincó un charquito hace ocho años ningún líder quiere lucir engominado.
