SANTO DOMINGO.–Cuando Federico fue diagnosticado con hernia discal en cadena, perdió el deseo de seguir viviendo.
El dolor era agudo y constante, los medicamentos no surtían efectos en él.
Despojado de su capacidad para caminar, postrado en su cama durante un año, sintió que los días se convertían en meses de eterno sufrimiento.
Resignado, Federico Fernández, de 70 años, prefería abandonar el costoso tratamiento y esperar que el dolor lo consumiera. Un día, luego de una profunda reflexión en busca de una posibilidad para su recuperación, consultó su médico nuevamente quien, al reestudiar su caso, le sugirió complementar su medicación con terapia física.
En ese momento Federico analizó la situación, reunió las pocas esperanzas que le quedaban y decidió darse aquella oportunidad.
Se introdujo al mundo de la fisioterapia, una disciplina cuyo objetivo principal es restaurar la movilidad y funcionalidad del cuerpo, aliviar el dolor y recuperar las capacidades físicas después de una lesión, enfermedad del sistema nervioso o cirugía.
Regeneración humana
Aplicada principalmente a deportistas, pacientes de afecciones reumatológicas y neurológicas, la fisioterapia, según la Organización Mundial de la Salud, es el arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad.
Y fue mediante la implementación de esas técnicas, especialmente ejercicios terapéuticos y el acompañamiento emocional brindado por su fisioterapeuta, que Federico fue recobrando poco a poco el movimiento de sus piernas.
En dos meses de terapia física tres veces por semana, encontró el rayito de esperanza que necesitaba para confirmar que siempre existe la posibilidad de que las condiciones mejoren.
“He vuelto a encontrarle sentido a la vida, porque antes, cuando lograba levantarme de la cama andaba en silla de ruedas, ahora camino y hasta monto bicicleta, esto ha sido una maravilla”, narra entre risas y con el rostro en alto.
Como Federico muchos son los pacientes que a través de la terapia física se han recuperado de alguna afección, como Michael Montes de Oca, de 32 años, y German de Jesús, de 64, ambos afectados por un accidente cerebrovascular (ACV).
En menos de un mes, tanto German como Michael recuperaron la facultad de caminar, y en el caso de este último, también de hablar.
Y todos coinciden en algo: la rehabilitación también repercute en el estado emocional. Pues en algunos pacientes la limitación física altera su salud mental y es a través de la recuperación gradual de esa capacidad que también restauran la seguridad en sí mismos.
Mira la historia de German y Michael en nuestro canal de YouTube:
De su lado, la psicóloga clínica Cinthia Ortiz explica que, de hecho, los pacientes que han perdido alguna capacidad motriz por un ACV deben contar con una red de apoyo que este liderada por su fisioterapeuta a fin de hacerle entender que no están solos para reaprender ciertas habilidades.
“El estado emocional dependerá de la recuperación, pues la mente (psique) y el cuerpo (soma) trabajan juntos y uno compensa al otro”, explica.
Basada en la medicina psicosomática, la especialista añade que la tensión mental influye en el estado de los tejidos corporales, de los músculos, de los órganos, de la piel, del tejido facial, generando dolor, inflamación, lesiones y enfermedades.
Reinserción laboral
A medida que el paciente va superando pequeños desafíos y recobra la seguridad en sí mismo, visualiza la oportunidad de reinsertarse en el campo laboral, algo que lo haría sentirse útil en la sociedad.
En el caso de los pacientes envejecientes, dejan de considerarse una carga añadida a sus parientes, mientras que los jóvenes que poseen aspiraciones académicas y los adultos que previo a la discapacidad fungían como proveedores, ven en la fisioterapia la posibilidad de sentirse realizados y ocuparse para brindar sustento a su familia, respectivamente.
Tratamiento asequible
Fue en 1963 que Mary Pérez de Marranzini introdujo en República Dominicana el concepto de rehabilitación. Inspirada en la discapacidad de su hijo Celso Marranzini Pérez fundó la Asociación Dominicana de Rehabilitación.
Con los años el concepto se diversificó y en la actualidad existen otros centros que brindan terapia física, de hecho, el fisiatra Víctor Figueroa fue el pionero en el país en la incorporación de ejercicios como parte del tratamiento terapéutico y creó la Unidad de Terapia Física que lleva su apellido.
Entre sus sucursales cuenta con una en el sector Don Bosco, del Distrito Nacional, en la que se ofrecen servicios de fisiatría totalmente gratuitos para pacientes afiliados al Seguro Nacional de Salud del Régimen Subsidiado.
“Desde 1996 hemos recibido cerca de 77,000 pacientes, muchos que fueron calificados como desahuciados de ACV, parálisis, hernias, y de aquí se han ido caminando y hasta se reinsertan en el trabajo; es una gran satisfacción”, comenta.
Rediseño
Aun cuando el diagnóstico clínico no resulta alentador para algunos pacientes, en la fisioterapia siempre existe la posibilidad de la recuperación.
Esta antigua técnica no invasiva estimula el proceso de recuperación, en principio física y luego emocional, pues en el camino la persona no sólo recupera la habilidad de realizar alguna actividad, sino que descubre su capacidad de rediseño y en ella encuentra el verdadero sentido de la vida, como testifican Federico, Michael y German.
Marco legal
— Oportunidad
El artículo 315 del Código Laboral reconoce a discapacitados el derecho a ser tratados en igualdad de condiciones y a obtener una ocupación fija, siempre y cuando el interesado tenga la capacidad para realizar dicho oficio.