Fiscalias del Estado y jueces

Fiscalias del Estado y jueces

Fiscalias del Estado y jueces

Dunia De Windt

Para esta sociedad no es un secreto que el anterior gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, me refiero a la época del expresidente Leonel Fernández, dejó muy bien atado y comprado el pobre sistema judicial de este país. No solo me refiero a los casos conocidos donde la “justicia” ha brillado por su ausencia, y los que no, ni siquiera han sido expuestos o conocidos por jueces, sino más bien, son engavetados.

En este país hay fiscales y jueces (ambos sexos) que se creen por encima de la ley, y cuando un anónimo (sin apellido o riqueza) busca allegados para resolver su caso que duerme el sueño eterno y que pueda a su vez, interceder por estos, pues se enfurecen porque simplemente esa x persona “les pasó por arriba”.

Es decir, mediocridad profesional, nada nuevo en nuestro entorno. A ciertos fiscales hay que tratarlos, al parecer, con guantes de seda.

Por citar un solo ejemplo, hace varios meses me llegó una carta de una joven madre desesperada que desde el año 2012 no se explica la dilación de su proceso y preferencia que reina en la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales de la Fiscalía del Distrito Nacional. Su caso, como otros tantos que duermen el sueño eterno, es grave.

Fiscalía, que como las demás, está para “velar” por aquellos que buscan justicia en casos de maltrato y abuso a niños y mujeres. Víctimas de la barbarie mental que necesitan solución.

Aquí existen fiscales que se hacen los “locos” y en vez de facilitar documentación, movilizar los procesos, dar protección a los desamparados y no defender a desequilibrados mentales por más dinero y apellido que tengan, pues se hacen de rogar, y nada ocurre.

¿Qué hace la fiscal del Distrito Yeni Berenice frente a tantos casos que uno conoce? Nada, porque hasta el expediente Díaz Rúa, de su mismo grupo, se burló de ella y de todos.

¿Y qué sucede con aquellos jueces que se venden? Nada. Los casos harto conocidos lo demuestran, pues imagínese usted, los que no conocemos y cada día suceden. Aquí la Justicia solo funciona si la compras.

El procurador Domínguez Brito sabe perfectamente lo que sucede en el aparato judicial de este país, conoce a los fiscales que no resuelven, pero tampoco hace nada. Es como si tuviera las manos atadas, siendo el “Jefe”.

En definitiva, las fiscalías de este país están llenas de “reyes” que actúan según se les antoje, da igual si un menor o mujer está en serio peligro, no les importa y luego en radio y televisión se cuelgan las medallas de ser los “defensores” que luchan contra el maltrato y abuso infantil y de mujeres.



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