CARACAS, VENEZUELA.- El fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, anunció ayer la apertura de una investigación por corrupción contra dos colaboradores del jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, y que eran responsables de la administración de 90,000 dólares que manejaban.

Saab informó que Rossana Barrera y Kevin Rojas son los autores materiales de varios delitos y por ello el Ministerio Público venezolano les imputará por “legitimación de capitales (lavado de dinero), corrupción y asociación para delinquir”.

Los señalados “falsificaron facturas para hacer ver que pagaban” cuando no lo hacían e “inflaron el número de supuestos militares desertores que se encuentran en Cúcuta para justificar el despilfarro”, prosiguió.

“Usaron los fondos para gastos personales individuales, consumo de alcohol, contratación de prostitutas, para financiar actividades desestabilizadoras contra Venezuela. Guaidó es el principal responsable”, agregó, sin precisar si Guaidó será investigado como “autor intelectual”.