Fidel Castro, un líder polifacético que marcó medio siglo

Fidel Castro, un líder polifacético que marcó medio siglo

Fidel Castro, un líder polifacético que marcó medio siglo

Fidel Castro

LA HABANA. – Fidel Castro fue quizá el líder más controvertido del último siglo, gracias a una personalidad polifacética que desataba pasiones encontradas.

Con una vida cargada de símbolos y cábalas, falleció el 25 de noviembre, exactamente 60 años después de que zarpara de México en el yate Granma con 81 hombres para derrotar la dictadura de Fulgencio Batista.

Casi 58 años después de su triunfo con la revolución, 54 de la crisis nuclear que estuvo a punto de desatar en medio de la Guerra Fría, y diez desde que dejó el poder por enfermedad, el deceso de Fidel sorprendió a los cubanos y al mundo.

En 2011 confesó que nunca pensó «vivir tantos años» y el pasado mes de abril dijo premonitoriamente: «Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno». Venerado, odiado, influyente, enemigo implacable, gran seductor, sobreviviente. La AFP presenta seis facetas del líder cubano.

El estratega

Tenía 32 años cuando entró triunfal a La Habana. Corría 1959, llevaba barba y uniforme y venía de derrotar a un ejército de 80.000 efectivos con una guerrilla que en su peor momento contó con 12 hombres y siete fusiles.

Sin pasado militar, Fidel Castro expulsó del poder al general y dictador Fulgencio Batista, una gesta que había empezado con el fracasado asalto de 1953 al cuartel Moncada.

Castro aplicó una «doctrina militar propia» y logró «transformar una guerrilla en un poder paralelo, formado por guerrilla y organizaciones clandestinas y populares», dijo a la AFP Alí Rodríguez, exguerrillero y actual embajador venezolano en Cuba.

El líder cubano derrotó conspiraciones apoyadas por Estados Unidos y envío a 386.000 cubanos a luchar en Angola, Etiopía, Congo, Argelia y Siria.

A lo largo de 40 años (1958-2000) escapó a 634 complots para asesinarle, según escribió Fabián Escalante, exjefe de inteligencia cubano, en Cubadebate. Al periodista Ignacio Ramonet le confesó que casi siempre portaba una pistola Browning de 15 tiros.

«Ojalá todos muramos de muerte natural, no queremos que se adelante ni un segundo la hora de la muerte», dijo en 1991.

El seductor

«!Quedé tan impresionada! No pude más que mirarle la cara y decir: ‘Lo amo'». Mercedes González, una cubana de 59 años, solo vio dos veces de cerca al líder cubano, pero cayó rendida por el «efecto Fidel».

Ya sea por el aspecto rudo de guerrillero o sus kilométricos discursos -la mayoría espontáneos porque le gustaba «el parto de las ideas», según Salomón Susi, autor del Diccionario de pensamientos de Fidel Castro-, Fidel fascinaba por igual a las masas, las mujeres, los políticos o los artistas.

«Él proyecta una imagen pública muy atractiva», un don que también «ha formado parte de su leyenda», dice Susi. Ya retirado del poder, Fidel publicó unas serie de reflexiones sobre diversos temas. Sin embargo, el gran seductor mantuvo con cerrojo su vida privada: sólo se le conocen dos matrimonios y siete hijos con tres mujeres. «La vida privada, a mi juicio, no debe ser instrumento de la publicidad, ni de política», sentenció en 1992.

El enemigo

«Es el hombre de las E: ególatra, egotista y egocéntrico». Así define a Fidel Castro la disidente Martha Beatriz Roque, de 71 años.

Quien se le opuso, agrega, enfrentó una triple respuesta: «El encarcelamiento, las golpizas y los mítines de repudio».

Castro retó a once presidentes de Estados Unidos. Su hermano Raúl, que lo sucedió en el poder, decidió restablecer relaciones diplomáticas con su adversario de la Guerra Fría a finales de 2014.

Castro gobernó con mano de hierro y durante años (1990 y 2002) la isla fue condenada internacionalmente por la situación de los derechos humanos a instancias de la desaparecida Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

En 1959, el gobierno de Fidel condenó a 20 años de cárcel al comandante de la Sierra Maestra, Huber Matos, por sublevación.

En la «primavera negra» de 2003 envió a prisión a 75 disidentes, incluida Roque, y ese mismo año fueron fusilados tres cubanos que secuestraron una lancha para huir a Estados Unidos. Castro siempre desoyó los llamados internacionales a una apertura política y consideró a los opositores como «mercenarios».

«Lo voy a recordar como un dictador», señala Roque.

El mito

Mientras proclamaba el triunfo de la revolución en 1959, varias palomas volaron a su alrededor y una se le posó, dócil, en el hombro. La gente lo entendió como una señal sobrenatural. El mito rodeó la vida de Fidel.

En un país donde el cristianismo se mezcla con los cultos africanos, los cubanos le atribuían a Fidel la protección del orisha Obatalá, el dios padre, el más poderoso.

Lo veían como el hombre impertérrito, que tenía una solución para todo, y lo creían casi inmortal hasta que enfermó en 2006. Pese a la gravedad, sobrevivió.

«Puede ser que esté tocado por los dioses, como decimos nosotros tiene aché (suerte y poder)», señaló la experta cubana en cultos africanos, Natalia Bolívar. La figura paternal del «comandante», tan respetada como temida, fue omnipresente.

Lo mismo se le veía en medio de un huracán que enseñando a preparar pizza. Incluso se creyó que se protegía con un chaleco antibalas. «Tengo un chaleco moral, es fuerte.

Ese me ha protegido siempre», dijo a periodistas mientras les destapaba el pecho durante un viaje a Estados Unidos en 1979. Fidel decía despreciar el culto a la personalidad. No hay estatuas de su figura, pero su imagen se multiplica en la isla.

El inspirador –

¿Un siglo XX sin Fidel Castro? Imposible de narrar. En los sesenta apoyó a las guerrillas de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Uruguay y Venezuela; a finales de los 90 adoptó políticamente a Hugo Chávez (fallecido en 2013); y Cuba fue entre 2012 y 2016 anfitrión y garante del acuerdo de paz que acabó con medio siglo de lucha armada en Colombia.

La revolución de Fidel «enciende (…) las ganas de luchar, de irse a la montaña, empuñar un fusil para tratar de cambiar las cosas», evocó Iván Márquez, el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) «Gracias Fidel por su inmenso amor por Colombia. Que el Acuerdo de Paz de La Habana sea nuestro postrer homenaje», dijo Márquez en un tuit al conocer su muerte.

«Con profundo dolor recibimos noticia del fallecimiento de querido amigo y eterno compañero, Comandante Fidel Castro Ruz.», dijo el exguerrillero y presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.

«Se fue un grande, murió Fidel», dijo el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, otro admirador de Castro. Fidel exportó, además, las misiones médicas que han ayudado a que gobiernos de izquierda sean populares. «Es el personaje más importante del siglo XX en el hemisferio occidental», subrayó Márquez.