Festival de logotipos

Festival de logotipos

Festival de logotipos

Rafael Molina Morillo, director de El Día

Es a todas luces incorrecto que dependencias oficiales como ministerios, direcciones generales y otras oficinas del Estado utilicen caprichosamente logotipos ideados sin ningún criterio específico para identificar sus documentos, sus edificaciones o sus dependencias de todo tipo.

Donde más se nota este desvarío es en la correspondencia emanada de oficinas públicas.

Cada ministerio u oficina pública tiene un logo propio, como si el Estado fuera un gran centro comercial y las dependencias oficiales fueran las tiendas. Ninguna ley autoriza este carnaval de creatividad.

Lo que debe encabezar cada documento oficial para impartirle autenticidad es el Escudo Nacional, trátese de la publicación de una ley o de un decreto, así como de una resolución municipal o de una sentencia emanada de un tribunal.

En la actualidad lo que tenemos es un verdadero festival. ¡A ver quién lo hace más bonito! No importa que el funcionario que venga después lo cambie por otro que hizo su nietecita.

Corrijamos este entuerto. El Estado no es un cuaderno de dibujos para colorear, sino algo para ser tomado más en serio.



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