Francia.-El martes se inauguró la 67ª edición del festival de Cannes con la proyección de “Grace de Mónaco”.
El filme de Olivier Dahan ha tenido una recepción bastante negativa, prácticamente no la ha salvado nadie. Si alguno de sus productores tenía la esperanza de que la cinta protagonizada por Nicole Kidman acabase en los Oscar, aunque su director se empeñe en decir que no se ha hecho la película pensando en esos galardones a pesar de habérsela vendido a los hermanos Weinstein, incluso por un precio menor al inicialmente pactado, este debut tan desastroso no le beneficia en absoluto. “Grace de Mónaco” retrata la vida de Grace Kelly, la princesa de Mónaco.
En “Grace de Mónaco”, la princesa se casará con Rainiero, interpretado por Tim Roth, para dejar la vida de Hollywood por una más palaciega en el pequeño país mediterráneo, pero quienes esperaban algo concreto deben conformarse con un cambio “al estilo Hollywood”, que ha desanimado hasta a los más optimistas.
Compiten
18 películas compiten por la Palma de Oro, entre ellas una argentina: “Relatos Salvajes” de Damián Szifrón. Desde el más veterano de los realizadores europeos de primer nivel, el director Jean-Luc Godard que presenta “Adiós al lenguaje”, a la más joven revelación, el canadiense Xavier Dolan, que presenta “Mommy” y a sus 24 años es la segunda vez que llega a Cannes, todo es posible en la gama de las expectativas, a partir de esta noche y hasta el 25 de mayo próximo.
La primera película a competición en pasar el examen de la crítica ha sido la coproducción franco marroquí Tombuctú de Abderrahmane Sissako.
Aprobada
El filme se aproxima a la región de Malí gobernada por fundamentalistas. La familia protagonista, encabezada por Kidane, vive al margen del régimen yihadista hasta que el padre mata a un pescador que a su vez había matado a su vaca.
El realizador se inspiró en un hecho real, protagonizado por una pareja que fue asesinada a pedradas.