Santo Domingo.-El día que Fernando Villalona nació hubo fiesta en la familia y mucha algarabía.
Era el primer hijo de la familia, conformada por Ángel Ramón Villalona y Arcadia Évora, quienes tuvieron que encomendarse a Dios para poder salvar la vida de quien es hoy uno de los artistas más mimados y queridos de todos los tiempos en República Dominicana.
Y es que Fernandito creció tanto en el vientre de su madre que los médicos no le garantizaban la vida a él o a ella. Y esto hizo que su progenitora saliera a la ciudad de Montecristi para poder tener acceso a mejores médicos y salvar a su hijo, quien era esperado con amor y alegría por toda la familia.
Con cinco días en labor de parto, el siete de mayo de 1955 nació Ramón Fernando Villalona Évora, pesó once libras y media.
Creció en Loma de Cabrera y asegura que tuvo una infancia feliz. Nunca pensó en ser artista, pero la suerte le sonrió hasta en convertirse en uno de los más aplaudidos del país, pegando una gran cantidad de canciones en 46 años de carrera.
Podría tener más hijos
Fernando dice que fue muy travieso durante su juventud, pues así como pegó muchas canciones en la radio, también tuvo muchas mujeres, más de 2,000, por lo que no descarta que le aparezcan hijos.
Esto se debe a que en cualquier relación pudo haber quedado embarazada alguna de las mujeres con las que tuvo relaciones. Solo tiene dos hijos de sangre, aunque ha adoptado dos.
“Yo no me sorprendería si apareciera alguien diciendo que es mi hijo o hija, porque fui muy carpetoso y las mujeres andaban detrás de mí.
En días pasados apareció una diciendo que era mi hija y me ha pedido que me haga la prueba de paternidad y creo que lo voy a hacer.
Ella vive en Nueva York y hemos tenido una relación amistosa desde lejos”, expresó.
Libre de las drogas
Desde 1995 Fernando Villalona se declara libre del consumo de drogas, lo que agradece a mucha gente, en especial al empresario Antonio Espaillat, José Andújar y el activista dominicano radicado en Nueva York, Fernando Mateo, entre otras personas.
También la gente de su pueblo, Loma de Cabrera y su familia le pidieron que saliera de ese mundo, a los que se sumó la presión de la embajada americana, que para ayudarlo no le concedía la visa estadounidense.
Contó que cuando se sumía en el mundo de las drogas, una fuerza mayor le decía en su interior que algún día lo sacaría de ese mundo. “Escuchaba una voz que me decía, sigue, sigue, no pare, que yo te voy a sacar de ahí”.
Fueron siete las veces que el artista fue apresado por posesión de drogas, siendo la primera vez en 1978, cuando venía de una gira de Nueva York y fue detenido en el Aeropuerto Internacional Las Américas.
La última vez por drogas fue en 1994, en el último período de Joaquín Balaguer como presidente de la República, quien lo mandó a sacar de la cárcel al día siguiente.