El feminicidio se ha convertido en un problema para las autoridades y para toda la sociedad dominicana.
SANTO DOMINGO.-El feminicidio es la forma extrema de la violencia contra la mujer que cada año se roba los sueños y felicidad a una familia y deja decenas de niños en la orfandad, sin el amor y la protección de su progenitora.
Hasta el 30 de octubre se han registrado 49 feminicidios íntimos, mujeres asesinadas a mano de sus parejas o exparejas, según datos preliminares de la Procuraduría General de la República, de las cuales 15 de ellas habían interpuesto denuncias.
La titular de la Dirección de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, Ana Andrea Villa Camacho, explicó que los feminicidios íntimos son crímenes de odio contra las mujeres por el hecho de ser mujer. “Crimen de odio, que el hombre machista comete contra las mujeres por el hecho de serlo”, recalcó la magistrada, quien dijo que espera que ninguna mujer sea violentada ni asesinada, debido a que el feminicidio es más que la muerte de la mujer, ya que la violencia genera pobreza, dolor, lacera a la familia y a la sociedad.
En este año se han reducido los feminicidios en comparación a 2021, que se registraron 86, mientras en el 2020 fueron 70, en el 2019 ocurrieron 77, en el 2018 se cometieron 83.
A pesar de que los feminicidios se ha reducido en este año, las denuncias por violencia contra las mujeres es un fenómeno que se anota el mayor porcentaje de los casos que llegan a la justicia.
La violencia de género más denunciada es la psicológica y verbal, seguida por la física (golpes) y en tercer plano la patrimonial y la económica, que va en aumento. Otros delitos que sufren las mujeres y las niñas son los abusos sexuales, los más denunciados son la seducción, la agresión y violación sexual y el incesto. Sin embargo, mediante la tecnología y las vías electrónicas se han generado otras formas de violencia contra mujer y que no está tipificado en la ley, como son la ciberviolencia o ciberdelitos, por cuyo medio son violentadas de diversas maneras, usando las redes sociales y teléfonos inteligentes.
Este flagelo de la violencia contra mujer es una cruda realidad que viven cientos de familias, que además de la mujer, también afecta a los hijos y a la sociedad.
La violencia es una real forma de discriminación a la mujer que se le violenta sus derechos humanos por el machismo. “Desde el Ministerio Público estamos trabajando con proyectos que generen un impacto y un cambio, aunque lo ideal, es que ninguna mujer sea violentada ni asesinada ni maltratada por el hecho de ser mujer” expresó Villa Camacho, quien dijo que la violencia es un acto consciente e intencional, con un fin de ejercer control sobre la mujer y castigarla.
La magistrada manifestó que el agresor tiene diferentes formas de violentar a la mujer, y él lo sabe, y elige su víctima. “Porque cuando la mujer no se comporta como quiere su agresor, él dirige la relación, y si la mujer sale de su control, entonces responde a través del castigo, a través de la violencia”, indicó.
Llama a denunciar
La procuradora adjunta Villa Camacho instó a las víctimas de violencia de género y a la población en general a denunciar el abuso contra la mujer. Esa denuncia por actos de violencia contra la mujer es importante, porque si no se hace a tiempo termina con la muerte de ella.
La Procuraduría tiene todos los canales para actuar ante denuncias de violencia de género, intrafamiliar y los delitos sexuales utilizando la línea Vida que se puede llamar al 809-200-1202, así también a través de las 25 unidades de Atención Integral a Víctimas, ubicadas en distintas jurisdicciones.
“La mujer no tiene que llegar rota físicamente para ser víctima de violencia”, dijo la procuradora adjunta, tras indicar que muchas personas creen que la agresión solo es física, debe ser visible o, de lo contrario, no hay violencia.
Esto sucede por existir una cultura machista, que se ha determinado por el número de denuncias que llegan al Ministerio Público, y lo que se ve a diario.
El machismo tiene cómplices que legitiman la violencia contra la mujer, lo ayuda, lo entiende y lo comprende. Esta situación es un problema de la humanidad y del Estado.
La educación fundamental desde la edad temprana hasta la adultez, porque la violencia contra la mujer es un problema cultural.
Las personas deben saber que la violencia tiene características especiales, y que se están viendo nuevas formas de agresión contra la mujer a través de las redes sociales y los teléfonos inteligentes que vulneran su dignidad, los derechos humanos de ellas, su intimidad, y su integridad, dijo Villa.
Delitos carecen de ley
En el Código Penal Dominicano no figura el feminicidio, pero tampoco existe una ley que contemple la ciberviolencia ni el ciberdelito contra la mujer.
Desde la Procuraduría General de la República se están tomando acciones para enfrentar la violencia contra la mujer. “Las mujeres tenemos derecho a vivir, tenemos derecho a vivir una vida plena de bienestar. El dolor y la violencia machista nos roba estar bien y a ese bienestar, tenemos derecho”, dijo la magistrada. Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Cifras
365 Efeminicidios intimos.
Se han registrado en el país entre 2018-2022, mujeres asesinadas por su pareja o exparejas.
El MP trabaja con otras entidades
Lucha. La titular de la Dirección contra la Violencia de Género de la Procuraduría General de la República, Ana Andrea Villa Camacho, dijo que trabajan con instituciones, entidades privadas y organismos internacionales sobre el tema de la violencia a la mujer.
La magistrada manifestó que el Ministerio Público no trabaja solo, hay una ruta crítica que la mujer que es maltratada debe cursa, donde varios actores intervienen.
El Ministerio Público se apoya de la Policía, conjuntamente del Ministerio de la Mujer, el Consejo Nacional de la Niñez, de Salud Pública, entre otras. También trabajan para el remozamiento de los espacios físico, incluyendo la de la calle Puerto Rico, Santo Domingo Este, y la creación de nueva instalación para acoger a víctimas.