Hoy es un día de gran regocijo para la familia. Un tiempo de compartir anécdotas sobre tiempos pasados, realizaciones y planes para tiempos futuros.
Todas las celebraciones de estos días navideños y de fin de año están vinculados a comidas y bebidas; para una persona diabética o que está luchando con su peso también es un tiempo de disfrutar, pero con un poco de atención en lo que consume.
Recordemos que el diabético puede comer y beber todo cuanto se sirve en la mesa es solo cuestión de ser moderado y recordar las recomendaciones de sus médicos.
Muchas personas prefieren aislarse durante estos días para no sucumbir a las tentaciones, lo cual puede afectar poderosamente el sistema emocional y contribuir con la depresión.
Durante estas fiestas, si tienes un familiar diabético a quien quieres cuidar, o si eres tú la persona que debe prestar atención a lo que consume recuerde que es cuestión de preparar algunas opciones bajas en hidratos de carbono.
Recordemos que los hidratos de carbono constituyen uno de los nutrientes básicos que está presente en la composición de los alimentos.
Están en cereales legumbres, féculas, frutas y la leche. Durante la digestión esos alimentos se convierten en glucosa, fructosa, lactosa.
Sé que en Nochebuena son tradición los platillos a base de cerdo, pasteles, arroz, maíz y guandules, así como dulces y otras delicias, pero es importante también tener en la mesa ensaladas de verduras como lechuga, pepino, tomates entre otros. Las frutas como el melón, fresas, kiwi también son buenos sustitutos para los postres muy dulces. Al pensar en tu menú, no olvides el balance.