Estos días hemos escuchado mucho sobre el Día Internacional de la Mujer, un tiempo en que hay cientos de publicaciones donde aprendemos más sobre el trabajo de mujeres quienes a lo largo de la historia han sobresalido a riesgo de sus propias vidas.
Honro a cada una de ellas quienes crearon las condiciones para que otras tantas pudiéramos tener mejores condiciones de vida, pero también quiero honrar a otras tantas mujeres anónimas quienes cada día solo están enfocadas a hacer lo necesario para completar el día y llevar el pan a sus familias.
Honro a quienes, quizás sin haber podido aprender a leer o escribir, no han descansado hasta lograr que sus hijas obtengan títulos universitarios. Me quito el sombrero ante quienes han sido el pilar de sus seres amados y que sin descanso han sabido que hacer en cada momento por los suyos.
Quiero invitarte a ti, quien de seguro conoces una de tantas mujeres que han ido más allá de sí mismas para impulsar el crecimiento y desarrollo de otros.
Te invito y te reto a que hoy hagas dos cosas: honra esa mujer, sea que este fisicamente o no contigo; si está fisicamente, busca una manera de honrarla y hacerle saber que reconoces y valoras su vida y sus acciones.
Si tú eres una de esas mujeres que logras poner todo antes que ti misma; hoy te invito a hacer un alto en todo tu diario accionar y dedicarte por lo menos 10 minutos a mirarte a ti misma y tus propios anhelos.
Observa tu vida y tus sueños, observa si vas caminando a esas metas o si tienes que ajustar la ruta. No tengas miedo de empezar una nueva vida, hoy.