Santo Domingo.-Tranquila, bajando despacio y saludando todas las caras conocidas que veía a su paso cuando se dirigía al centro del escenario, “Fefita La Grande” recibió la estatuilla que tanto esperó y que al fin se hizo realidad.
La acordeonista dominicana se llevó el martes el máximo galardón del premio Soberano: El Gran Soberano.
La sala la aplaudió y la gente en la calle se mostró más que feliz de que al fin la Asociación de Cronistas de Arte entregó a la llamada “Vieja Fefa” este premio que tanto ella deseaba.
“Es difícil decir palabras delante de un maravilloso público como ustedes; para mí es un verdadero honor, un verdadero placer, estoy feliz y contenta de entregarle este premio a República Dominicana, gracias de todo corazón.
Palabras de Fefita
“Ayer estuve en Nueva York y hoy estoy acá con todos ustedes. Gracias a mi familia, a los cronistas de arte, los quiero a todos”, dijo una merenguera emocionada pero calmada.
Ayer Manuela Josefa Cabrera, nombre de pila de la merenguera típica, daba gracias a Dios y al publico por seguir su carrera durante tantos años.
Las expectativas eran grandes. Luego de cinco años mirando el show de los premios Soberano por televisión la productora Edilenia Tactuk regresaba a producirlo.
Cosa que le valía para que la gente estuviera esperando que la ceremonia este año fuera espectacular y se encumbrara al más alto nivel de cualquier premio internacional. Pero a juzgar por algunos contratiempos ocurridos esa noche parece que las cosas en un momento a Tactuk se le fueron de las manos.
Errores
Micrófonos abiertos, los conductores un poco perdidos en el escenario, un guión que no ayudó mucho y una dirección televisiva que se salía de control empañaron la premiación número 32 del premio Soberano. También un ceremonial kilométrico y unos segmentos que carecieron de fuerza opacaron aún más el ceremonial.
Lo bueno
Sobresalió el homenaje a The New York Band y el tributo a Joseíto Mateo, que fueron de los segmentos que más gustaron y más brillo le dieron a esta edición.
La gente volvió a recordar los momentos cumbre del merengue, y fue aquí cuando en el Teatro Nacional la alegría entró y se empezaron a ver unos premios con más algarabía.
Aunque es la música del momento, la que la juventud consume, estos segmentos urbanos carecieron de fuerza y movimiento en el escenario, quizás con otros elementos, incluidos estos, hubiesen puesto la adrenalina del premio a otro nivel. Otra de las cosas que se vieron mal en la premiación fue la ausencia de tantos ganadores.
La producción debió prever eso y bajar a diferido categorías como las de Romeo Santos y Juan Luis Guerra, Nuria Piera y otras figuras que ya es sabido que no asisten al evento.
La bachata brilló por su ausencia, y siendo este otro género de los dominicanos, en premiaciones como esta no debería faltar un buen segmento de bachata.
Pero estas cosas podrían ser arrastradas por el cambio de fecha del premio, ya que sabemos de la profesionalidad del trabajo de Edilenia Tactuk.