El presidente de la federación española de fútbol, Luis Rubiales (derecha) abraza a la volante Aitana Bonmatí en el podio tras la victoria de España ante Inglaterra en la final del Mundial femenino, el domingo 20 de agosto de 2023, en Sidney. A la izquierda aparece la infanta Sofía. (AP Foto/Alessandra Tarantino)
GINEBRA — Los dirigentes de la federación española de fútbol pidieron el lunes al suspendido presidente Luis Rubiales que renuncie tras el escándalo provocado por besar a una jugadora en los labios en la final de la Copa Mundial femenina.
Los presidentes de las federaciones territoriales de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) formularon el pedido en un comunicado conjunto en el que solicitan a Rubiales que presente su dimisión como presidente de la misma.
“Después de los últimos acontecimientos y los inaceptables comportamientos que han dañado con gravedad la imagen del fútbol español, los presidentes solicitan que, de manera inmediata, Luis Rubiales presente su dimisión como presidente de la RFEF”, indicaron en el comunicado.
También instaron al presidente interino Pedro Rocha que se retire de inmediato el pedido de la federación a la UEFA para que suspendiera de toda competición internacional debido a la interferencia del gobierno por sus reclamos para remover a Rubiales.
Esa solicitud fue interpretada como un intento de silenciar a algunos de los detractores de Rubiales, entre ellos ministros del gobierno que han perdido su cese, ya que una suspensión conlleva a un veto de los clubes españoles en la Liga de Campeones, y podría generar un giro en la opinión pública para que permanezca al frente de la federación.
Los entes rectores del fútbol han establecido normativas que prohíben la interferencia gubernamental en el manejo de las federaciones domésticas. Sin embargo, la UEFA decidió no acatar el pedido de la federación española, informó el lunes a The Associated Press una persona con conocimiento del asunto. La persona pidió no ser identificada debido a que el proceso es confidencial.
Rubiales ha sido duramente criticado en todas partes por su comportamiento en la final del Mundial femenino, al besar en los labios a la delantera española Jenni Hermoso sin su consentimiento en la ceremonia de premiación. La FIFA le suspendió provisionalmente mientras realizar una investigación sobre su conducta.
La madre del dirigente inició el lunes una huelga de hambre en una iglesia del sur de España en defensa de su hijo. Exigió que se ponga fin a “la cacería inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo”.
El pedido sin precedentes de la federación española tendría como fin provocar a los hinchas de clubes poderosos como el Barcelona y el Real Madrid, además de la selección masculina, para que Rubiales se aferre al puesto. Rubiales también funge como vicepresidente de la UEFA.
Los clubes españoles participarán el jueves en el sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones que realizará la UEFA. La selección masculina jugará el 8 y 12 de septiembre en las eliminatorias del Campeonato Europeo de 2024.
La FIFA abrió un expediente disciplinario contra Rubiales el sábado al tomar control del proceso por haber organizado el Mundial femenino.
La conducta de Rubiales durante y después de la victoria 1-0 ante Inglaterra en la final del 20 de agosto en Sydney ha puesto en la mira su gestión de cinco años al mando de la federación.
Pero la FIFA no apeló a su versión de las reglas contra la interferencia gubernamental para proteger a Rubiales.
La federación española procedió a instar a la UEFA a que actuara y habría enviado una carta el viernes, el mismo día que un desafiante Rubiales dijo que no iba a dimitir.
La suspensión de la FIFA le impide a Rubiales participar en actividades administrativas y reuniones con otros dirigentes. No puede intervenir en la candidatura de España para ser coanfitriona del Mundial de 2030 junto a Portugal, Marruecos y posiblemente Ucrania.
El juez disciplinario de la FIFA, el colombiano Jorge Palacio, ordenó a Rubiales y la federación que no contacten a Hermoso. La delantera sostuvo que la familia le ha presionado para que apoye la versión de Rubiales sobre el incidente.
Flamantes campeonas del mundo, inmersas en un escándalo que no provocaron y que ha empañado su consagración, las jugadoras españolas han advertido que no volverán a jugar con la selección mientras Rubiales siga el frente.