También llamada Violencia Doméstica. Es importante conocer las fases de su desarrollo y cómo es el comportamiento en cada una.
Generalmente la persona que en algún momento va a ejercer la violencia, antes de la convivencia puede dar ciertos avisos.
Es la persona que controla las situaciones con su pareja, que sutilmente induce a su pareja a tomar decisiones, le pide cambios en sus actitudes, se ocupa en demasía de conocer todos los detalles de sus acciones y pasos, entre otros comportamientos.
Luego, en la convivencia, se desarrolla lo que se llama el ciclo de la VI. Complicado de manejar y difícil de romper.
Fases del ciclo de la VI: acumulación de tensión, explosión o fase aguda de crisis y reconciliación o luna de miel.
Acumulación de tensión.
Puede durar en principio semanas, meses o años. En esta fase se deteriora la comunicación, crecen los malentendidos, se produce estrés y tensión en base a discusiones estériles, minimización a la pareja, desautorización y control.
La tensión va en aumento y suceden pequeñas situaciones de violencia tan sutiles que son indetectables.
Explosión. Estalla la violencia.
El agresor explota en base a su estado emocional o de algún evento externo adjudicándole a la víctima la responsabilidad, a la que reacciona frecuentemente con sumisión para poder sobrevivir.
Fase de arrepentimiento o luna de miel.
El agresor se calma, se arrepiente, pide perdón, hace regalos y promete que jamás sucederá.
La víctima perdona y pasan unos días o meses hasta que comienza el ciclo de nuevo.