Santo Domingo. – La industria farmacéutica salió al frente a la desinformación que persiste en redes sociales y medios de comunicación sobre el uso y eficacia de las vacunas.
La Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF) afirma que las vacunas han sido fundamentales para el control y erradicación de muchas enfermedades infecciosas.
“Gracias a los programas de vacunación, se ha observado una disminución drástica en la incidencia de enfermedades graves y potencialmente mortales”, observó, en un comunicado donde echa por tierra varios mitos en torno a las vacunas.
Precisa que la desinformación ha llevado a un resurgimiento de la desconfianza en torno a las vacunas, con consecuencias que podrían afectar la salud colectiva de nuestras comunidades.
» Queremos que la población dominicana tenga acceso a información correcta y comprensible, para que puedan superar la desinformación y entender la importancia vital de las vacunas en la prevención de enfermedades», destaca Juan Miguel Madera, vicepresidente ejecutivo de ARAPF.
En su comunicado, la organización empresarial explica sobre ocho mitos en torno a las vacunas que, a su juicio, contribuyen a la desinformación.
Anota que uno de los mitos señala que mejores condiciones de higiene y saneamiento harán desaparecer las enfermedades y que las vacunas no son necesarias.
Explica que, aunque la higiene y el saneamiento ayudan a prevenir enfermedades, no son suficientes por sí solos.
“Las vacunas siguen siendo necesarias para evitar el resurgimiento de enfermedades como la poliomielitis y el sarampión, que podrían reaparecer rápidamente sin programas de vacunación”.
Sobre si conllevan efectos secundarios nocivos, anota que son seguras y la mayoría de las reacciones vacunales son leves y temporales.
Otro mito arrojado al piso es aquel que indica que, combinada contra la difteria, tétanos y la tosferina, así como la anti poliomielítica, puede provocar el síndrome de muerte súbita del lactante, señala que no existe una relación causal entre la administración de las vacunas y la muerte súbita del lactante.
Puntualiza que lo que se dice de que las enfermedades prevenibles mediante vacunación están casi erradicadas en mi país, por lo tanto, no hay motivos para que me vacune, expone que, si bien las enfermedades prevenibles mediante vacunación son actualmente poco comunes en muchos países, los agentes infecciosos que las producen siguen circulando en algunas partes del mundo.
“Los numerosos intercambios marítimos y aéreos, resultantes de la globalización, favorecen que los agentes infecciosos se diseminen a gran escala y afecten a las personas no vacunadas”, puntualiza.
Sobre que las enfermedades de la infancia prevenibles mediante vacunación son inevitables, dice que no es así, porque las enfermedades prevenibles por vacunación no tienen por qué ser «hechos inevitables».
Expone que el mito que indica que es mejor la inmunización por la enfermedad que por las vacunas, se contrarresta al señalar que las vacunas interactúan con el sistema inmune para producir una respuesta similar a la que provocaría la infección natural.
“Pero sin causar los síntomas y complicaciones de la enfermedad, los cuales en ocasiones pueden llegar a ser graves”.
En que, si las vacunas contienen mercurio, sustancia que es muy peligrosa, esboza que el tiomersal es un compuesto orgánico con mercurio que se añade en algunas vacunas como conservante.
“Es el más utilizado para vacunas que son suministradas en ampolletas de múltiples dosis. No hay pruebas científicas que sugieran riesgos para la salud por la ínfima proporción de tiomersal usado en las vacunas.
Desmiente que las vacunas causan autismo. “Hasta el momento no existen pruebas científicas que respalden el vínculo de las vacunas del sarampión, parotiditis y rubéola con el espectro autista”.
Agrega que el estudio de 1998 utilizado para respaldar esta hipótesis o planteamiento fue descartado por presentar graves irregularidades, por lo que su publicación fue retirada y descartada.
ARAPF fue fundada hace 75 años. Agrupa y representa a las empresas del sector farmacéutico y promueve la constante actualización y mejoramiento de la actividad en el sector salud de República Dominicana.