Santo Domingo. – La Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (FEDEFARMA) advirtió sobre la circulación de medicamentos falsificados durante el período navideño, por lo que recomendó a pacientes y consumidores comprar esos productos solo en sitios autorizados como farmacias, clínicas y supermercados.
Carmen Da Silva, directora de FEDEFARMA para el clúster Panamá y República Dominicana, explicó que “en temporadas festivas, el incremento en la circulación de personas y de dinero suele traducirse en un mayor volumen de compras.
Puntualizó que, en ese contexto, muchas personas buscan soluciones rápidas y aparentemente más accesibles para atender desde resfríos y malestares comunes hasta enfermedades crónicas.
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Dijo que esta dinámica abre espacios para que redes ilegales introduzcan al mercado productos no regulados, poniendo en riesgo la vida de las personas y generando altos costos para los sistemas de salud.
“Los medicamentos falsificados son productos fraudulenta y deliberadamente mal etiquetados en relación con su identidad y/u origen”, explica el gremio que promueve el acceso a tratamientos de calidad, fomentar la investigación científica, mejorar la eficiencia de los servicios de salud, entre otros objetivos.
Agrega que comprenden desde la copia ilegal de productos registrados hasta la manufactura de productos sin sustancia activa.
“Se han encontrado falsificaciones de todo tipo de medicamentos, desde aquellos para salvar una vida hasta genéricos de bajo costo como analgésicos. Se pueden encontrar falsificaciones con un ingrediente activo diferente a lo etiquetado, sin ingrediente activo o con menos de los indicado”, precisó.
“Es fundamental recordar que un medicamento falsificado pone en serio riesgo la salud de las personas, incluso su vida”, observa y agrega que “no solo carece de efecto terapéutico, sino que puede contener sustancias tóxicas que afectan gravemente la salud integral del paciente”.
En un comunicado difundido por el portal www.resumendesalud.net, indica que “el impacto también es económico: las familias terminan asumiendo gastos duplicados o mayores”.
Y apunta que a esto se suma la presión sobre el sistema de salud, ya que un paciente afectado por un medicamento falsificado puede requerir traslados, atención de urgencia e internamientos.
Recomienda que para evitar la compra de fármacos falsificados en el período navideño los compradores deben buscar puntos de venta formales y farmacias con licencias, sospechar si el precio es muy bajo comparado con otros puntos de venta y no comprar en la calle, plazas, ferias o mercados, en ventas ambulantes o sitios sospechosos de Internet.
Asimismo, desconfiar de publicidad “milagrosa” y, si hay dudas, mejor no comprar esos tratamientos.
Igualmente, revisar que el empaque esté bien cerrado y que tenga los sellos de seguridad íntegros, desechar los medicamentos vencidos o que no se utilicen en puntos de acopio autorizados como las farmacias de los centros médicos, sí como reportar a las autoridades cualquier sospecha de venta de medicamentos ilícitos.
FEDEFARMA agrupa la mayoría de las compañías farmacéuticas de investigación y desarrollo que operan en Centroamérica y el Caribe.
Según datos obtenidos por Inteligencia Artificial, en su labor de distribución y cooperación se vinculan más de 90 laboratorios asociados.
Datos letales
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre el 10 y el 30% (entre 1 y 3 de cada 10 medicamentos) pueden ser falsificados en países en desarrollo, como los centroamericanos y del Caribe, y la situación puede presentarse tanto en los medicamentos de marca como genéricos.
Se calcula que los países gastan 30 mil 500 millones al año en estos productos.
La carga económica es también sustancial, pues las pérdidas anuales que causan estos productos por ineficacia del tratamiento, mayores costos de atención de salud y pérdidas de productividad se cifran en miles de millones de dólares.
Para los pacientes, las consecuencias son nefastas: el hecho de confiar en productos ineficaces o dañinos puede agravar una enfermedad, prolongar el sufrimiento y alimentar la resistencia a los fármacos, dificultando con ello el tratamiento de las enfermedades.