Sobre este polémico tema de imponer la lectura de la Biblia en las escuelas, opté por dividir lo intelectual (o legal) de la cháchara mundana.
Lo legal:
Sin ser yo un constitucionalista, inmediatamente veo el conflicto con estas disposiciones de la carta magna:
Artículo 39.- Derecho a la igualdad. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, RELIGIÓN, opinión política o filosófica, condición social o personal. En consecuencia:
1) La República condena todo privilegio y situación que tienda a quebrantar la igualdad de las dominicanas y los dominicanos, entre quienes no deben existir otras diferencias que las que resulten de sus talentos o de sus virtudes;…
Artículo 43.- Derecho al libre desarrollo de la personalidad. Toda persona tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad, sin más limitaciones que las impuestas por el orden jurídico y los derechos de los demás.
Artículo 45.- Libertad de conciencia y de cultos. El Estado garantiza la libertad de conciencia y de cultos, con sujeción al orden público y respeto a las buenas costumbres.
Artículo 63.- Derecho a la educación. Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. En consecuencia:..
2) LA FAMILIA es responsable de la educación de sus integrantes y tiene derecho a escoger el tipo de educación de sus hijos menores;
Lo mundano:
Muchas personas, cayeron en el gancho y/o mala costumbre de leer un titular y ver un video editado por cuestionables sitios web, donde se manipula lo que Faride quería decir, e inmediatamente comenzaron a sacar conclusiones y a lanzar insultos.
La realidad es que al ver el video original, sin un titular condicionante como “en contra de leer la Biblia”, se revela que en su condición de diputada, lo que Faride intenta es que no se violen los principios constitucionales que he expuesto más arriba.
En consecuencia, estamos nueva vez frente a uno de esos casos de analfabetismo tecnológico. Donde ahora, además de nuestras carencias en materia de lectura comprensiva, también se está expuesto a la manada de personas que no comprenden que pueden ser manipuladas para condicionar su percepción sobre determinados temas.
Ojo, hay mucha gente buena sorprendida en su buena fe, así como hay otros que aprovechan situaciones confusas como estas simplemente para verter sus envidias, frustraciones y desequilibrios mentales contra alguien que como Faride ha sido una guerrera en la cámara de diputados.
Escuché algunas expresiones como estas:
“Ella me gustaba, hasta que dijo eso”. Hipócrita excusa, en todo caso los seres humanos, y más los políticos, no se miden por acciones individuales sino por su trayectoria completa.
“Ahí la macó, hay temas que no se tratan”. Cobardía, la defensa de los principios contenidos en el instrumento madre de todo nuestro ordenamiento jurídico está por encima del miedo y la conveniencia particular o de momento, eso hace a Faride aún más valiosa.
“En el escudo de nuestra bandera está la Biblia”. Ilógico, los símbolos de una bandera no obligan o definen a sus ciudadanos, la bandera de El Vaticano no tiene Biblia, y de ahí se trazan las pautas de nuestra fe, y digo nuestra, porque quien escribe es católico.
“Si no quiere escuchar la Biblia, simplemente se le da la opción de no escucharla”. Imposición, ¿Por qué solo se da la opción de la Biblia? ¿Por qué un instrumento religioso y otro no? ¿Más aun, quién la va a leer, cómo la va a interpretar? Seamos sinceros, ¿Sería confiable dejar la educación religiosa de nuestros hijos en manos de un sistema escolar reconocido como uno de los peores del mundo? ¡Por Dios!
Importante también es recordar que las manipulaciones políticas basadas en religión no son nuevas. Faride ahora se une a un grupo selecto que incluye a Juan Bosch y José Francisco Pena Gómez, quienes en su momento fueron inmisericordemente atacados por sectores religiosos, curiosamente provenientes de beneficiarios de un privilegio llamado concordato, firmado entre la iglesia y un asesino dictador como Trujillo. ¿Incongruente no?
Algo que también fue evidente es que la batería de eunucos cibernéticos estatales aprovechó la coyuntura para dimensionar la situación, y con ello intentar opacar la labor de lucha contra la corrupción que ha llevado a cabo Faride desde el congreso. ¿Qué mejor que intentar destruir a la persona que vive jodiendo con lo de Odebrecht?
Penoso que también en ese aspecto muchos no hayan leído entre líneas.
Faride es un activo, a mi juicio y el de muchos, el más preciado de una generación. Su valentía y postura en defensa de las leyes y la constitución, en un país acostumbrado a no cumplirlas, le costara más de una asonada, simplemente harán que como el hierro al fuego, se forje aún más.