SANTO DOMINGO.- La senadora Faride Raful (PRM- Distrito Nacional) consideró este martes que el tranque que se vive a lo interno de la Cámara de Cuentas busca seguir «revistiendo» de impunidad a la administración pública y resonsabilizó al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de la situación en el órgano fiscalizador.
«Yo creo que la intensión al final es seguir revistiendo la adminsitración pública de impugnidad, que personas que pudieran tener la responsabilidad penal comprometida en procesos judiciales que ya están en la justicia dominicana no sean acusadas, que no se llegue al final estableciendo responsabilidades», apuntó la legisladora al ser entrevistada en el programa El Día, que se transmite por Telesistema canal 11.
Faride señaló que en la República Dominicana en los últimos años se ha visto «como un partido pudo manejar toda la institucionalidad porque duró 20 años en el poder, estamos hablando de 20 años de administración y de concentración de poderes entre el PLD y lo que ahora es la Fuerza del Pueblo, de personas que están ahí, que han estado en el Estado y que son los que han salido más beneficiados de todos los procesos que han administrado de las direcciones y de los ministerios», sostuvo Raful.
A juicio de Faride, para que la Cámara de Cuentas pueda seguir funcionando debe haber una intervención del Congreso Nacional.
«Para que este órgano pueda seguir funcionando el Congreso tiene que intervenir como órgano fiscalizador, desde el Senado lo único que nos corresponde es solicitar y eso fue lo que hicimos la semana pasada a la Cámara de Cuentas que hiciera», dijo.
Faride Raful explicó que eligieron los miembros de la Cámara de Cuentas porque creian que era lo mejor, pero «el bandidaje que existe en este país en la administración pública, que sobrepasa cualquier entendimiento de sensatez de personas que hacemos de la vida pública una vida honesta, está en todas partes».
Añadió que lo más importante de la entrevista al presidente de la Cámara de Cuentas es que hay auditorías que no han salido. «El gran problemas de esas auditorías es que no cuentan con el rigor que los auditores deben establecer para entregar unas auditorías que sean apegadas a los criterios especificos donde se puedan arrogar resultados que sirvan».