La Habana.- La delegación de paz de las FARC se encuentra hoy reunida para analizar “en profundidad” la propuesta del presidente Juan Manuel Santos de que los negociadores entren en una especie de cónclave y acelerar los acuerdos, indicaron a Efe fuentes de la delegación insurgente.
El presidente de Colombia envió ayer como emisario a su hermano, el periodista Enrique Santos, a La Habana para trasladar esta propuesta al máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, con quien estuvo reunido durante varias horas.
Poco ha trascendido de ese encuentro, salvo varias fotografías en las que se ve a ambos conversado publicadas en la cuenta oficial de Twitter del máximo líder de las FARC. “Reunión que consideraba confidencial, se hizo pública.
Espero ahora sí avancemos en La Habana”, afirma “Timochenko” en el comentario que acompaña a una de esas imágenes.
El máximo líder de la guerrilla también comentó en la red social que “el tiempo no es un problema, sino que lo importante es la voluntad política”, en respuesta a la propuesta del presidente Santos que pretende justamente acelerar los diálogos de paz.
Tras ese encuentro de ayer, las delegaciones del Gobierno y las FARC trabajan hoy por separado para analizar la opción del cónclave; aunque según fuentes de la insurgencia, es probable que esta tarde los equipos negociadores de las dos partes se reúnan para intercambiar sus propuestas al respecto.
El presidente Juan Manuel Santos anunció ayer que había enviado a su hermano como emisario personal a La Habana para proponer a las FARC que “los negociadores entren en una especie de cónclave y no salgan de ahí hasta que tengan todos los puntos resueltos».
El periodista Enrique Santos fue en 2011 uno de los encargados de hacer los primeros acercamientos entre el hoy presidente y las FARC con el fin de iniciar el actual proceso de paz.
El proceso de paz cumplió el pasado jueves tres años de conversaciones en La Habana en un momento en que las partes tratan de cerrar definitivamente el importante acuerdo sobre justicia transicional que anunciaron el pasado 23 de septiembre con la presencia inédita del presidente Santos y de Timochenko.
Como parte del acuerdo, Gobierno y FARC se impusieron llegar a la firma de la paz en seis meses, es decir, antes del 23 de marzo; un plazo que ahora está en entredicho por las diferentes interpretaciones que las partes hicieron posteriormente sobre el acuerdo sobre justicia, que han impedido cerrarlo.
Para dirimir estas diferencias, trabaja en estos momentos la subcomisión de juristas que ayudó a las partes a diseñar dicho acuerdo, que establece la creación de una jurisdicción especial para delitos de lesa humanidad y graves crímenes de guerra, con competencia sobre todos los actores del conflicto y que incluye beneficios para quienes reconozcan su responsabilidad.