Fanatismo vs. objetividad

Fanatismo vs. objetividad

Fanatismo vs. objetividad

Hugo López Morrobel

El fanatismo hace que se pierda por completo la objetividad cuando se analiza algún acontecimiento.

En el deporte y en la política es donde más inciden este elemento, al punto de que históricamente ha generado cruentos enfrentamientos con consecuencias funestas y demoledoras.

Y es que, casi siempre que se señala a un atleta por un mal desempeño en el terreno de juego, o se tilda a un político de ladrón y corrupto, hay que esperar reacciones violentas de sus seguidores, que entienden, por diversas razones, que esos señalamientos no tienen base.

Esa situación se ha extendido a otros campos, dado que ahora hasta los dirigentes deportivos se creen también dueños y señores de la verdad absoluta, y las críticas a su accionar, aunque sean verídicas , les saben a retama, mientras otros se tornan violentos.

Por eso, desenvolverse en este medio, léase deportivo, aplicando los niveles éticos, resulta un dolor de cabeza.

Una mayoría adopta la política de estar bien con todo el mundo, pero esa es una posición que deja mucho que desear sobre la calidad profesional.

Por ello, no flaquearemos en la línea que siempre hemos mantenido.



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