SANTO DOMINGO.-Para mejorar la situación actual del acoso escolar y sus ramificaciones, es importante identificar y entender que esta problemática existe y que se encuentra impactando, de manera directa, al sistema educativo dominicano.
Julia Muñiz Suberví, abogada experta en derecho de familia y presidenta de la Asociación de Abogados de Familia de RD, afirma que, en la actualidad, existe mucho desconocimiento, principalmente, por parte de los docentes y todo se asume como que es “cosa de muchachos. A partir de ahí es que podremos desarrollar estrategias para mitigar el mal”.
Entiende que los desafíos que enfrenta la sociedad ante esta problemática, que va en aumento, están cimentados en el compromiso social de las familias de trabajar y robustecer la autoestima de los niños y niñas para que aprendan a convivir con todos los aspectos externos.
Destaca que el sistema educativo nacional debe comprender la magnitud del daño en la salud y bienestar de los niños y niñas y el efecto negativo en su proceso de enseñanza y aprendizaje.
Flagelo social
“Esta es una problemática social que ha abrazado el Consejo de Desarrollo Económico y Social (Codessd), en mi calidad de asesora educativa, procedimos a redactar el anteproyecto de ley que tiene como objetivo que el acoso escolar sea tipificado en la Ley 136-03 Código para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, así como establecer un régimen de consecuencias”, señaló.
Muñiz fue categórica al decir que la escuela es un eje transversal en el proceso de formación del ser humano.
Afirma que el rol prioritario es el proceso de enseñanza y aprendizaje.
La abogada dijo: “Entender que la escuela es la responsable de dar seguimiento a los valores es muy cuesta arriba ante la gran diversidad de creencias sociales, sin embargo, si se debe, desde ella, inculcar la ética, moral y cívica en el marco del perfil del ciudadano dominicano que queremos construir”.
La experta cree que esta situación tiene una gran connotación social y familiar ante los cambios a los que nos enfrentamos.
Señaló: “El Estado tiene el deber de abrazar a los niños y niñas, una obligación ineludible de garantizar el cumplimiento de sus derechos, entre los que se encuentra su bienestar y salud emocional en el ambiente escolar”.
