María Trinidad Sánchez.- Más de una decenas decena de familias han quedado sin techo en la comunidad Rincón, en María Trinidad Sánchez, a causa de árboles caídos sobres estos que dejaron a sus habitantes en condición de damnificados, ambulantes.
En la pequeña comunidad, en la calle que une Nagua con Samaná, el único espacio que les puede servir de albergue es una policlínica, pero la misma está cerrada y han estado reclamando que la abran para poder refugiarse.
Uno de los que está preocupado porque no sabe dónde amanecerá con su esposa y cuatro hijos, es Edward Domínguez, quienes afortunadamente no estaban dentro de la vivienda cuando la brisa derribó el árbol.
A la casa de Leonardo Brito le pasó lo mismo y tampoco tiene donde refugiarse el con sus cinco hijos y su esposa. Así como estás familias, EL DÍA confirmó que más de una decena de casas están en condiciones no habitables, algunas porque se le fue el techo, otras están inundadas y otras con árboles encima.
Están haciendo un llamado a las autoridades para que acudan en su auxilio enviándoles alimentos y disponiendo que sea abierta la policlínica para que les sirva de refugio.
Dicen no entender el porqué no abren el centro médico y se quejan de que son huérfanos de autoridades porque nadie les da la mano.