¡Familia que habla mal de usted es peor que un enemigo!

¡Familia que habla mal de usted es peor que un enemigo!

¡Familia que habla mal de usted es peor que un enemigo!

Isauris Almánzar

“Tíos que hablan mal de sus sobrinos, madres que le bloquean el progreso a sus propios hijos, hijos que le roban a sus padres, primas que se quitan los novios, ¿acaso no creen que ya es suficiente?”

La palabra familia es un término sagrado y se refiere a un grupo de personas que comparten ciertas características sanguíneas o legales, Dios dejó instaurada esta organización y Carlo Linneo lo confirma en su  Clasificación de los Seres Vivos.

Es normal que entre los miembros de una familia haya peleas y desacuerdos, lo que no es sano es que haya competencia, envidia, malos deseos y que se hable de los otros de manera despiadada mientras no están presentes en las reuniones, cuando esto sucede, lo más probable es que en un futuro haya una desgracia o separación.

Todos cometemos errores, hasta el más sabio, sin embargo, cuando esto pasa lo ideal es llamar a esa persona y enfrentarla, no salir a difamarla con los vecinos y amigos, digo esto porque una amiga tuvo una situación familiar muy delicada donde la que ella pensaba que era su familia, la traicionó de forma vil y solo faltó que publicaran sus problemas en un periódico y se jactaban diciendo lo “mala” que es, por salud mental ella decidió alejarse de todos y comenzar una nueva vida, porque según ella, familia que habla de ti a tus espaldas es peor que un enemigo, y estoy de acuerdo con eso, porque conociendo su historia, todos deberían pedirle perdón, por eso es que antes de juzgar se deben escuchar las dos versiones, “lo que Juan dice de Pedro habla más de Juan que de Pedro”.

Muchas veces cuando ciertos miembros de la familia son tóxicos y no aportan nada positivo, lo ideal es tratarlos de lejos, sin rencores, ni odios, pero si el maltrato familiar está afectando tu salud, desempeño laboral y relaciones, los expertos recomiendan apartarse de ellos.

La familia debería ser quien te apoya en momentos difíciles, quien te brinda amor, quien te busca, quien te comprende y trata de mantener el vínculo, no quien te destruye, porque si tus propios familiares procuran tu muerte y celebran tus derrotas, ¿qué se puede esperar de los particulares? Es una cuestionante difícil, pero real, la familia no golpea a su propia sangre, todo lo contrario.

Tíos que hablan mal de sus sobrinos, madres que le bloquean el progreso a sus propios hijos, hijos que matan a sus padres, primas que se quitan los novios, ¿acaso no creen que ya es suficiente?

Por este medio hago un llamado al Gobierno, a los religiosos y a la sociedad civil en general a rescatar la familia dominicana, a diseñar programas de integración, a volver a las buenas costumbres, porque los tiempos están muy difíciles, por favor, volvamos a la crianza en valores, a comer juntos, a salir, a hacer reuniones, a leer la Biblia en los hogares, a dedicarnos tiempo… No todo está perdido, juntos podemos rescatar el único tesoro que le queda a la sociedad, luchemos por una sociedad más justa y humana, ese es el legado que nos dejó Juan Pablo Duarte y el hijo de Dios, Jesús, hagamos que ambos se sientan orgullosos de nuestro país.

¡Dios te bendiga!

almanzar9101@gmail.com