Lima.- La familia del fallecido expresidente peruano Alan García, quien murió este miércoles al dispararse en la cabeza con un arma de fuego cuando iba a ser detenido por el caso Odebrecht, rechazó que se le celebre un funeral con honores de Estado como le correspondía por su atribución de exmandatario.
El secretario personal de García, Ricardo Pinedo, anunció a medios locales que el funeral se celebrará este Viernes Santo a mediodía, después de que sus restos mortales hayan sido velados durante día y medio en la “Casa del Pueblo”, la sede del Partido Aprista Peruano (PAP) que lideraba el exmandatario.
“Solamente será velado y enterrado con los honores apristas, que a veces son muchos más que los honores del presidente (Martín) Vizcarra”, dijo Pinedo sobre el actual gobernante de Perú, al que hace unos meses García acusó de estar detrás de la investigación, la misma que tildó de persecución.
El secretario de García indicó que la sede del Partido Aprista estará abierta a “a toda persona que quiera rendir honores” al expresidente, que falleció con 69 años.
También señaló que la autopsia a García se realizará en el Hospital Casimiro Ulloa, donde el exgobernante fue ingresado tras haberse disparado en su vivienda cuando había llegado a primera hora de la mañana un fiscal y un grupo de policías con una orden judicial para arrestarlo.
El cadáver de García no pasará por lo tanto por la morgue central de Lima, donde habitualmente se realizan las necropsias para constatar las causas de la muerte en estas circunstancias.
García era investigado por la Fiscalía para averiguar si había recibido sobornos de Odebrecht, la constructora brasileña que pagó dádivas en una docena de países de Latinoamérica para adjudicarse grandes contratos en obras públicas.
Los fiscales indagaban si García había recibido sobornos por la licitación de la Línea 1 del Metro de Lima, como los indicios que encontraron a su secretario de Presidencia Luis Nava, el hijo de este José Antonio Nava, el exvicepresidente de la estatal Petroperú Miguel Atala y el exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba.
En Perú el caso Odebrecht también tiene imputados a los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), además de la líder opositora Keiko Fujimori por las donaciones irregulares que recibió para sus campañas electorales a la Presidencia de Perú.