Teodoro Tejada.
En la acostumbrada misa oficiada el pasado Viernes Santo en la Catedral Primada de América, donde se pronunció el Sermón de las 7 palabras de Jesús en la Cruz, se pronunciaron siete discursos excelentes, en los cuales la Iglesia Católica dominicana expresó de manera puntual y responsable su preocupación de los males que padece el pueblo.
Vale destacar la Quinta Palabra “Tengo Sed” (Juan 19,28), leído por el sacerdote Cesáreo Núñez Flores, arcipreste zona San Isidro y párroco de la Parroquia San Luis Rey de Francia, en la misma denunció “la falta de conciencia de la ciudadanía, y un ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales «desaparecido» y aparentemente sin planes, un intento macabro de privatizar las aguas, unido a la creciente deforestación y la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, son parte de la agenda con la que se pretende equivocadamente responder a este desafío”.
En esta quinta palabra, viene a confirmar básicamente la falta de planes para controlar la deforestación y extracción de materiales del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ignorando los efectos del cambio climático que, han cambiado los patrones de ocurrencias de los fenómenos naturales, de sequias e inundaciones.
Las ausencias de políticas públicas de prevención se convirtieron en desastres naturales, debido al abandono y mal manejo de las cuencas acuíferas, las deforestaciones que se incrementan de manera exponenciales con los incendios forestales.
La falta de canalización, adecuación y colocación de muros de gaviones en las márgenes de los ríos, produce arrastres de materiales que llenan los embalses de las presas de sedimentos agudizando la sequía estacionaria y generando los meandros causantes de la destrucción de los aproches y daños en los estribos de la gran mayoría de puentes deteriora dándolos.
El ministerio de Medio Ambiente es el responsable de evitar la extracción irregular de los agregados de los ríos y la deforestación, apliquen medidas reales y contundentes para enfrentar estos crímenes ecológicos, para mitigar los efectos del cambio climático que alteran los patrones de lluvias.
Es necesario iniciar un programa de reforestación nacional con un plan de manejo integral de las cuencas de los ríos, para que el país pueda producir más agua. Es que, por largos años no hemos contado de un programa eficaz de reforestación y protección adecuada de las cuencas hidrográficas, como elemento básico para la producción de lluvias, que se infiltración a través de los suelos que van a parar a los ríos, los cuales producen el llenado de los embalses de las presas.
Desde el diseño de una presa, inmediatamente se debe elaborar un plan eficiente de reforestación en su área de influencia, para evitar degradación de los suelos, y así evitar que se produzca sedimentación, que iría a parar a los embalses.
