He felicitado al presidente Abinader por su mérito indiscutible de generar confianza en los mercados, pues logra sin dificultades vender bonos soberanos y atraer inversiones directas por empresas extranjeras.
Sin embargo, coger gusto con anuncios de nuevos proyectos puede resultar imprudente.
El gobierno dijo que Altice invertirá US$500 millones en cuatro años, RD$30,000,000,000.00 que son RD$20.6 millones diarios, para expandir y mejorar su servicio.
Luce irreconciliable con la conocida situación financiera de Altice, cuyos estados publicados la muestran prácticamente quebrada con ingresos netos reduciéndose drásticamente.
¿Cumplió similar promesa anterior? La compra de Codetel por Claro, alteró significativamente muchos aspectos del negocio de las telecomunicaciones en República Dominicana, con parámetros y métricas de calidad distintos. Pero nadie nunca dudó la profundidad del bolsillo del ingeniero Slim ni la seriedad de sus promesas.
Lo peor de anuncios engañosos es que políticos y empresarios creen que fomentar expectativas incumplibles satisface al público, cuando apenas siembran semillas de desengaño peligrosamente contraproducentes. Con tantos proyectos verdaderos, mejor ahorrarse las mentirillas, por lindos que parezcan tantos millones.
