Factores de protección son acciones que disminuyen la posibilidad de comportamientos riesgosos. Existen factores que influyen o estimulan comportamientos de riesgo haciendo vulnerables a las personas adolescentes.
Entre ellos trastornos emocionales, adicciones y consumo de alcohol de parte de los padres o de ellos mismos, la presión de sus grupos, la violencia, la delincuencia, entre otros.
Para hablar de factores protectores es necesario implicar a los padres y tutores en los procesos preventivos, con la intención de proporcionar un ambiente familiar positivo y controlado, que sirva de base al adolescente. Mantenerlo en buena salud física y mental es vital.
Entre los factores protectores principales: una relación emocional estable por lo menos con uno de los padres o con una persona significativa para la persona adolescente, lo que le aporta autoconfianza, autoconcepto y una autoimagen positiva.
O sea, una familia con buena comunicación, con un proyecto de vida elaborado, sentido de la vida y controles internalizados.
Otro factor protector pueden ser los modelos sociaetapa escolares que les enseñen responsabilidad, con ciertas exigencias y controles dosificados de acuerdo a la etapa en que se desarrolla.
Pertenecer a grupos con acciones constructivas, trabajar en equipo, ser colaboradores, incentiva el desarrollo de las interacciones sociales.
Grupos de deportes, religiosos, clubes de lectura, limpieza ambiental, son ejemplos de actividades sociales que modelan para la construcción de su identidad y madurez. La atención al adolescente debe ser multidisciplinaria para prevenir riesgos.
Familia, escuela, sociedad. Fomentar el respeto, consideración, aprecio, responsabilidad y empatía. Amor con límites.