Philipe Gonin conversa con parte de los miembros del Cestur a los que dio asilo tras el paso del huracán Irma. Foto: Elieser Tapia.
LAS TERRENAS, Samaná.– Los efectos del huracán Irma se sintieron fuerte en este municipio con el derribo de árboles, casas y postes del tendido eléctrico, pero así como los vientos también se sintió la solidaridad de dominicanos y extranjeros.
Uno de las muestras más peculiares fue la de Philipe Gonin, quien cedió su hotel a una dotación de 20 miembros del Cuerpo Especializado en Seguridad Turística (Cestur).
Sin mostrar mayor resistencia el extranjero que estaba esperando lo peor en esta costa, abrió las puertas del hotel La Residencia, del cual es propietario, para los uniformados.
Los agentes formaban parte del batallón de civiles y militares que estuvieron participando en el operativo montado por las autoridades por el fenómeno.
“Desde el martes empecé a trasladar a mis huéspedes a Santo Domingo y como los miembros del Cestur no tenían donde quedarse les cedimos parte de nuestras habitaciones”, manifestó el extranjero.
Pero igual que él muchos otros mostraron su solidaridad retirando escombros de la vía pública para que los vehículos pudieran circular o ayudando a sus vecinos a recuperar lo que perdieron como es caso de los residentes en el sector Boba de Nagua.