EL VALLE, HATO MAYOR.- En los últimos meses, al menos cinco obreros han perdido la vida mientras laboraban en el interior de la mina de ámbar localizada en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional de Los Haitises, municipio de El Valle.
Las víctimas más recientes son Rafael Nolasco, Eusebio de la Cruz Toribio y el nacional haitiano Andrés Seguí, quienes, según se informó de forma preliminar, quedaron sepultados el pasado lunes tras un derrumbe de tierra causado por una corriente de agua subterránea.
Sin embargo, Rafael Trinidad, quien laboró en la mina y fue testigo de la tragedia, explicó que los obreros habrían fallecido intoxicados por algún tipo de gas que brotó de la tierra mientras realizaban excavaciones para extraer la piedra preciosa, conformada por resina vegetal fosilizada.
“En el hoyo había cuatro ambareros, uno de ellos perforaba con un aparato y notó que empezó a salir agua. Poco tiempo después él que estaba más cerca del hueco de entrada y salida se percató de que sus compañeros cayeron inconscientes, perdiendo también el conocimiento, pero fue sacado a tiempo con ayuda de un ‘winche’”, narró Trinidad.
Agregó que la mina, de 120 pies de profundidad se llenó de agua y junto con un fuerte hedor que brotaba impidió la búsqueda de los obreros que se encontraban atrapados.
Los restos de Rafael Nolasco, quien laboraba en dicha mina desde hace tres años, fueron sepultados ayer en el municipio de El Valle, mientras sus familiares se quejaron por la lentitud de los familiares para rescatar el cadáver.
De igual forma fueron sepultados Andrés Seguí y Eusebio de la Cruz Toribio, quien según su pareja le reclamaba constantemente por lo riesgoso de su trabajo. Deja cinco hijos en la orfandad.
Atractivo y peligroso
A pesar de que la zona de El Valle fue bautizada como “la capital del ámbar en el Caribe”, debido a las decenas de minas que operan allí, cientos de personas trabajaban bajo alto riesgo y sin ningún tipo de protección, propios de la informalidad en este tipo de actividad.
Muchos de los extractores, llamados “ambareros”, se ven atraídos por la riesgosa, pero lucrativa, practica debido a que cobran según el tipo, el color y el peso del ámbar que extraen.
El Ministerio de Energía y Minas informó que tiene un Reglamento de Ámbar y Larimar ordenado mediante el decreto 431-18, con el cual se impulsará la regulación de la minería artesanal, buscando que la actividad se desarrolle con mayores estándares de seguridad y sostenibilidad. La reglamentación se refiere a los derechos y deberes de los mineros, la transparencia de la extracción.
—Precios
En el mercado local, una onza de ámbar azul de primera calidad es comprada por los intermediarios, en su mayoría chinos, entre RD$60,000 y RD$70,000.