A nivel competitivo, el deporte dominicano en términos generales, obtuvo muy buenas notas en sus participaciones en eventos internacionales el presente 2023.
Ahora, ya “lo pasado-pasado”, por lo que habría que preguntarse que planes tiene la dirigencia para mejorar significativamente en 2024 esos resultados.
No hay duda de que el Comité Olímpico y las federaciones todas, deben someterse a un análisis profundo para localizar sus debilidades.
Hay que recordar que el movimiento olímpico ha estado inmerso en profundas crisis internas que no lo dejan muy bien parado.
Por obligación debe mejorar su relación con los atletas, y entre ellos mismos, porque no es posible avanzar como se debe, mientras a lo interno se viven tirando las “cajas y los cajones”, dejando una opinión negativa en la población.
El actual Comité Ejecutivo del Comité Olímpico no puede seguir dándose el lujo de sublevaciones internas, y todos sabemos que ese fue el norte durante todo el 2023.
Si desde dentro no se ponen los pantalones largos para enfrentar sus crisis, entonces, bajo ningún concepto no se podrán esperar mejores resultados.
Este es un país en donde el chisme y las diatribas son el almuerzo de cada día, pero eso no luce en nada, a personas que se supone tienen dotes de dirigentes con mucha experiencia acumulada por años.
El dirigente que no esté en capacidad de mejorar en sentido general, lo mejor que puede hacer es recoger sus maletas y anunciar su retiro definitivo del movimiento.
Y esa práctica debe empezar a aplicarse por los más encumbrados, muchos de los cuáles al parecer desconocen por completo su verdadero papel para guiar el deporte nacional.