Aldemir Bendine, el ejecutivo que comandó las dos mayores estatales brasileñas durante el Gobierno de la destituida presidenta Dilma Rousseff, se convirtió ayer en el primer expresidente de Petrobras preso por el escándalo de corrupción en la petrolera que han salpicado a decenas de políticos.
Bendine, que también presidió el estatal Banco do Brasil, fue arrestado hoy por agentes de la Policía Federal en el marco de un proceso en el que se le acusa de haber pedido y recibido un soborno de 3 millones de reales (unos 937,500 dólares) a cambio de favorecer a la constructora Odebrecht en negocios de Petrobras. Su detención abre una nueva fase en la investigación.