Habiéndose iniciado el nuevo año no son pocos los que se preguntan qué podremos esperar a lo largo de los próximos 12 meses en lo económico. Esta inquietud es lógica ya que empresarios y emprendedores tienen sus planes de negocios, expansión e inversión ya planificados y se preguntan si el clima venidero les permitirá llevarlos a cabo, más aún siendo este un año electoral.
Debemos comenzar por el escenario internacional, por la vulnerabilidad de nuestro país ante la economía mundial. A pesar de la continuidad del conflicto en Ucrania, no se ven mayores fluctuaciones negativas en los precios del petróleo. Así mismo, los mercados prevén que tanto la Reserva Federal Norteamericana como el Banco Central Europeo hagan reducciones en sus tasas de interés, lo cual contribuirá a la dinamización de la economía global.
El crecimiento económico previsto para América Latina y el Caribe es de un 2.5 %. Según los vaticinios oficiales, en el país, podríamos esperar en este año un crecimiento del 5 %, cifra avalada por el Fondo Monetario Internacional. Aunque pudiera cuestionarse la viabilidad de este 5 %, siendo el 2024 un año electoral se presume que aumentará la inversión pública y el gasto derivado de las campañas políticas.
Subyacente al crecimiento económico están las perspectivas inflacionarias. Si las tasas de interés se mantienen en el rango previsto y no hay mayores fluctuaciones en el precio internacional del petróleo, no deberá haber un espanto repentino de la inflación.
A pesar de que en el Presupuesto Nacional 2024 se destinarán RD$86,844.8 millones para solventar el ineficiente sector eléctrico y RD$44,345.0 millones para apoyar a los hogares más vulnerables, se estima que tendremos a lo largo del año una inflación en el rango del 4 %.
Visto lo anterior, luce que tendremos un 2024 estable y de muchas posibilidades. Está por verse si los procesos electorales de febrero y mayo no interrumpen estos escenarios tan promisorios.