La tasa de cambio es el precio de las divisas. Es la cantidad de pesos dominicanos que hay que otorgar por un dólar estadounidense.
La sabiduría popular asume el buen funcionamiento de la economía en función del comportamiento de la tasa de cambio. Cuando el peso dominicano se deprecia o pierde valor con respecto al dólar, la gente se preocupa en torno al discurrir de la economía.
Desde finales del año pasado la tasa de cambio o tasa del dólar se ha movido hacia la vecindad del 60 por uno, y ya desde principio de año se cotizaba a 61.45 por uno su venta.
En el panorama macroeconómico 2024-2028, que contiene el presupuesto de 2025, se establece una tasa de cambio del 63.11 por uno para este año.
Aunque lo que se establece en el panorama macroeconómico no necesariamente es una meta rígida. Sin embargo, es un tipo de cambio que trata de anclar las expectativas de los agentes económicos.
Parece que este año 2025 será un año de un mercado cambiario muy activo. El Banco Central tendrá que estar inyectando dólares de sus reservas internacionales, y realizar operaciones de mercado abierto (compra y venta de certificados) para contener una tasa de cambio que se vislumbra que será muy movida.
Varias son las razones por las cuales la tasa del dólar estará muy activa. Principalmente, las más recientes decisiones del Banco Central de reducir su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos, dejándola en 5.75 %, inducirá a menores tasas de interés del mercado (tasa activa y pasiva) y estimulará una mayor demanda interna (consumo + inversión).
Una parte de esa demanda interna se traducirá en mayores importaciones, y por consiguiente habrá que buscar más pesos por dólar para cubrir ese exceso de importaciones.
Esto presionará al alza la tasa del dólar. Para contrarrestar ese efecto, el Banco Central tendrá que inyectar reservas internacionales, induciendo a una política monetaria más restrictiva.
Bueno, así es que vislumbro el comportamiento de la tasa del dólar. Esperemos.