El sorteo de novatos que realizó la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom) el pasado miércoles volvió a evidenciar que la expansión es una necesidad. Para ese sorteo se inscribieron a 307 jugadores, de los cuales apenas se seleccionaron 96, quedando fuera 211 de los seis equipos que participan en el torneo profesional.
Si a esos 211 les sumamos los que recientemente fueron dejados en libertad para los equipos no pasar de la cifra de 100, nos damos cuenta que son demasiado los que están fuera del principal pasatiempo nacional.
El presidente de la Lidom, Vitelio Mejía, siempre se ha mostrado de acuerdo con la expansión, sin embargo existe una realidad que no se puede esconder, que radica en la falta de estadios en el país que cumplan con los parámetros para jugar béisbol profesional.
Hasta ahora las ciudades que han mostrado mayor interés en ingresar a la Lidom son Puerto Plata, Baní y Santo Domingo Este, pero ninguna cuenta con las infraestructuras adecuadas.
Los empresarios de Puerto Plata han dado muestras fehacientes de que realmente están interesados y buscan desesperadamente que el presidente de la República, Luis Abinader, les ordene la reconstrucción del estadio José Briceño. Cuentan con el apoyo de José Ignacio Paliza, ministro Administrativo de la Presidencia, quien es el funcionario de mayor jerarquía que tiene la provincia en su historia.
Los banilejos han mostrado un interés muy tímido, algo que ojalá en cualquier momento pueda cambiar.
El interés de Santo Domingo Este que dice tener el alcalde Manuel Jiménez, no ha avanzado y se ha quedado en propuesta.