Evasión y reforma fiscal

Evasión y reforma fiscal

Evasión y reforma fiscal

Frederich E Berges

John Maynard Keynes, uno de los economistas mas célebres del siglo veinte, una vez proclamó: “esquivar los impuestos es aun el único objetivo inteligente que todavía conlleva un premio”, aunque a él también se le atribuye la frase “lo inevitable rara vez sucede, es lo inesperado lo que suele suceder”. En nuestro país lo inevitable es la venidera reforma fiscal, y lo inesperado, que los dominicanos hemos sido los discípulos más aventajados de Keynes en cuanto a la evasión impositiva se refiere.

Eso es así en primer lugar, debido al avanzado estado de informalidad que se propaga cada vez más en el país. Se estima que más de la mitad de la actividad económica privada es llevado a cabo por informales, o sea aquellos no registrados en la Dirección General de Impuestos Internos, y por ende no tributan, sean estos empresarios del transporte, salud, educación, o servicios tan diversos como labores de plomería, electricidad, ventas al detalle o al por mayor.

En segundo lugar, con sus excepciones, están nuestras clases profesionales, que han hecho experticia en la evasión, comenzando por abogados y la clase médica, seguidos por el área de la construcción y muchos otros que ejercen profesiones liberales.

En tercer lugar está el empresariado sagaz, que bajo alegatos de una necesaria competitividad, han procurado llevar a cabo sus actividades guarecidos bajo el paraguas de exenciones fiscales, privilegios, o simplemente evadiendo las limitadas impresoras fiscales que solo abarcan un número contado de empresas, usualmente las más grandes y representativas.

Busquemos las soluciones al pacto fiscal entre los mejores discípulos de Keynes y no entre los que ya pagan los impuestos, o los que trabajan con empresas organizadas, que les retienen y reportan sus ingresos. Ampliar la base tributaria es más importante, racional y justo, que seguir aumentando la pesada carga de los que ya pagan sus impuestos.



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