El sistema político dominicano se ha solidificado en los últimos años, pero crece la tendencia a despreciar la democracia.
SANTO DOMINGO.-Al igual que como sucede en el resto de los países de Latinoamérica, en República Dominicana las convicciones democráticas han sufrido un desgaste mientras que los sistemas autoritarios han tenido un notable aumento en cuanto a popularidad.
En la presentación de los resultados de la “Encuesta de cultura democrática” realizada por el Ministerio de Economía y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), se indica que el pico más alto en cuanto a convicciones democráticas, el país lo obtuvo en el año 2008 con un 73.8 %.
Sin embargo, el incremento de las preferencias por sistemas autoritarios pasó de 11.2 % en 2004 a un 20.8 % para el 2023.
Igualmente, un indicador que mide la indiferencia en la ciudadanía, se situó en 20.8 % contrario al 11.8 % del 2003.
El estudio indica que para el 2020 se logró una mejora de los indicadores de apoyo a la democracia, pero que para el 2023 la tendencia volvió a invertirse.
“En 2023, entre los países latinoamericanos República Dominicana ocupa el octavo lugar en apoyo al sistema democrático entre los 17 evaluados”.
Jóvenes ajenos a política
Otro de los indicadores a considerar es el pobre interés de la población joven menor de 35 años hacia la militancia política.
El 86.3 % de este sector no tiene inclinaciones a militar en una organización partidaria y en aquellos que superan los 35 años la indiferencia alcanza el 73.3 %.
“El hallazgo de que la membresía partidaria es casi dos veces menos frecuente entre menores de 35 años hace plausible la hipótesis del cambio generacional: los procesos de modernización podrían estar permeando en los dominicanos más jóvenes, colectivo donde se observan conductas cónsonas con el desinterés creciente a escala mundial en los modos convencionales de participación política”.
Así mismo, los militantes de partidos opositores mayoritarios tienden a ser más jóvenes que los del partido gobernante, promediando 49.3 años los miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM), frente los 47.1 de la Fuerza del Pueblo (FP) y los 44.2 del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Señalan que la brecha etaria es confirmada por el peso relativo del segmento más joven en cada formación, suponiendo más de un tercio de los afiliados del PLD (35.6 %), un 25.0 % de la FP y un 23.3 % del PRM en aquellos con edades comprendidas entre 18 y 34 años.
Identificación partidaria
En el grupo de aquellos que se identifican formando parte de un partido político, alrededor de 6 de cada 10 se encuadran en el oficialista PRM, casi duplicando la suma de militantes del Partido de la Liberación Dominicana y la Fuerza del Pueblo.
Estas tres organizaciones
concentran más del 95 % de las personas afiliadas en el país, relegando la membresía en las formaciones históricas del calibre del Partido Revolucionario Dominicano y el Partido Reformista Social Cristiano a cifras marginales.
La encuesta refleja que el 62.1 % de la ciudadanía dominicana se declara “cercana” al menos a uno de los tres grandes partidos. En abril de 2023, más de un tercio expresa cercanía hacia el PRM, un quinto de la población se identifica con el PLD y un cuarto es simpatizante de la FP.
No obstante, es de resaltar que República Dominicana era para el año 2020, el segundo país de la región con mayor simpatía partidaria (52 %) sólo por detrás de Uruguay y casi duplicando la media regional (30 %).
Los márgenes negativos deben, sin embargo, ser alerta para la clase política dominante.
Motivos para política
—1— Etapa de vida
La evidencia señala que la decisión de integrarse en las filas de una formación política estaría influida por la fase del ciclo de vida y, en menor medida, por el logro académico y el género.
—2— No clasista
Las diferencias de afiliación en función del ingreso per cápita del hogar son débiles y no significativas.
La democracia sigue en umbrales seguros
Explicación. Aunque la cantidad de personas que se siente atraída por sistemas autoritarios ha crecido en los últimos años, las actitudes democráticas persisten en seis de cada diez dominicanos relegando a un tercio de la población adulta las conductas autoritarias.
“Cuando el colectivo más numeroso de la comunidad política está compuesto por ciudadanos leales a las reglas del juego democrático, la amenaza de colapso o involución del sistema permanece en umbrales seguros”.