Estudiantes enfrentan el futuro con optimismo e incertidumbre

Estudiantes enfrentan el futuro con optimismo e incertidumbre

Estudiantes enfrentan el futuro con optimismo e incertidumbre

Santo Domingo.-Alumnos destacados invitados por EL DÍA para que manifestaran sus puntos de vista sobre el sistema educativo y la sociedad en sentido general hablan con franqueza y con aire de ingenuidad presentan una radiografía reveladora.

Quieren una escuela que los eduque para la vida y maestros que no se miten a llenar las casillas, sino que acompañen al alumno durante el proceso de aprendizaje.

Y van directo al punto: “Necesitamos apoyo para el emprendimiento”. “¿Cómo llevar a cabo una República Digital con profesores análogos?”.

“Para dejar de ser país del tercer mundo tenemos que empezar a pensar como país del primer mundo”. “La educación no es solo compartir conocimiento, sino enseñar valores”.

“La clase de Lengua Española es muy repetitiva”. “Sé que las matemáticas son importantes, pero no me queda muy claro cómo aplicarlas en la vida”.

No fueron frases rebuscadas, salían de manera espontánea en la conversación con los alumnos Carmen Rosario Nolasco, del liceo Santa Luisa de Marillac; Noé Francisco Soto, del Instituto Montessori; Patricia Victoria Méndez, del Colegio Evangélico Central; Elisbel Guzmán Custodio, del liceo El Millón; Saúl Marrero Féliz, del liceo Santo Cura de Ars; María Laura Bretón, del colegio Don Bosco; Marverick Enmanuel Adames, del politécnico María de la Altagracia, y Chelsea Candelier Figuereo, del colegio Don Bosco.

Optimistas

Un factor común de los ocho alumnos entrevistados es que irradian optimismo y que están dispuestos a convertirse en personas de éxito, pero eso no les quita de encima la incertidumbre de un futuro en un país donde los jóvenes tienen las mayores tasas de desempleo.

“Si tú te gradúas, no importa que sea hasta con honores, puedes tener dificultad para conseguir un empleo si no tienes una cuña”, afirma Patricia Victoria Méndez.

“Uno no se siente muy seguro por la competencia, pero uno se prepara bien para eso, aunque cuando veo lo del desempleo, entonces me preocupo”, observa Noé Francisco Soto.

Para Elisbel Guzmán Custodio el futuro le genera incertidumbre, ya que, a su entender, no basta graduarse con honores para abrirse camino en lo laboral.

“Mira que muchos no pueden trabajar en lo que han estudiado”, puntualiza.

Pero los ocho coinciden en que a pesar de esos temores e incertidumbre confían en que la vida les sonreirá y que finalmente sus esfuerzos por estudiar y capacitarse rendirán frutos.

Redes y ortografía

Son respetuosos al referirse a los profesores, pero reconocen que hay un desfase tecnológico, aunque ya muchos se han puesto en eso.

El nivel de uso de tecnología en educación no es homogéneo en el grupo, pero todos la ven como algo natural y parte de su vida cotidiana.

La mayoría de ellos nacieron casi junto con Facebook, son de la era de las “tablet” y el “Smartphone”, lo que les sirve como herramienta para evaluar la sociedad.

“La mala ortografía en las redes sociales es una muestra de ignorancia, de que preferimos irnos por lo más fácil”, dice Saúl Marrero.

Mientras que Marverick Adames hace una sentencia más fuerte cuando plantea: “El mal uso de la ortografía es porque la sociedad ve bien lo que está mal”.