SANTO DOMINGO.-A través de una labor que ha realizado de generación en generación, siendo instrumento de formación y liderazgo para quienes vienen detrás, el artista plástico Willy Pérez, desnuda su alma, en una amena entrevista, que busca redefinir su pasión.
Al cumplir 50 años de trayectoria, aún tiene la ilusión de seguir aportando, educando y llenar de vibrantes colores el alma de aquellos mortales que siguen sus pinceladas.
El hijo del reconocido artista dominicano Guillo Pérez, quien ha forjado su legado gracias al trabajo tesonero y una disciplina que se evidencia en las 38 exposiciones individuales que ha realizado, expresó: “Me siento responsable y satisfecho por enseñar todo lo que Dios me ha dado, y he aprendido en el arte.
Mi aporte a la educación artística del país. Una labor que se extiende por 50 años”.
En esta etapa de su vida dijo sentirse feliz porque como su mayor proyecto es llevar su obra a nuevos horizontes, exponiendo en otros países, ampliando el mercado, describió que ya está lista su nueva colección para ser expuesta, bajo la temática de paisajista poético de la República Dominicana.
El arte de formar
Como una de sus pasiones es enseñar, comenta que aunque los niños estén disfrutando las vacaciones de verano los padres deben saber que, hay distintas formas de que estos se diviertan, sin dejar de lado su crecimiento y formación, que pueden lograr con actividades que les harán despertar su capacidad de expresión, creatividad, e interpretación.
Una de estas disciplinas, es el arte, que de acuerdo a Willy, es un instrumento para el desarrollo de su formación emocional e intelectual, pues les ayuda a una mayor concentración y creatividad, un medio para ellos expresar a través del color, sus sueños, pensamientos, emociones, frustraciones e ideas.
Como el arte puede ayudar a los niños a comprender mejor el mundo que les rodea y a desarrollar habilidades como la observación, la interpretación y la resolución de problemas, el artista explica que cada año desde la Escuela de Arte Guillo Pérez, la cual dirige, instruye a infantes por este maravilloso mundo, despertando su interés e imaginación.
Los niños aprenden en las clases trimestrales, conocimientos que van desde dibujo, pintura composición, técnica en distintos materiales como el carboncillo y el acrílico, la teoría del color y temas variados según su edad. Pérez, manifiesta que aquellos que tienen aptitudes y les gusta las artes, pueden aprovechar esta etapa vacacional, ya que el trimestre regular continúa de julio a septiembre con un programa de dibujo y pintura más dinámico y divertido.
Agrega: “En el campamento van a desarrollar proyectos artísticos de mayor variedad, integrando el canto, baile, teatro, mucha pintura y dibujo. Al ser más divertido, estrechan los lazos de amistad”.
Son 25 obras
— Nueva exposición
El artista refiere que con esta exposición quiere mantener una relación estrecha con el público que sigue su arte, por ello expondrá 25 obras de diferentes formatos en técnica óleo y acrílico.