Los gobiernos comúnmente incurren en diferentes estímulos económicos para provocar un crecimiento equilibrado de sus economías y siempre acorde con su potencial. Esto es así porque el crecimiento es vital para lograr una mejor distribución de las riquezas creadas y la mejora de la calidad de vida en general y para todos.
Típicamente los estímulos se dividen en dos tipos: los fiscales y los monetarios. El fiscal es dirigido por un lado por el régimen de impuestos, y por un otro las exenciones creadas, el gasto y los subsidios.
El monetario tiene que ver con la liquidez disponible en la economía, influida por la tasa de interés, la tasa cambiaria y el encaje legal requerido.
La presente administración ha utilizado relativamente poco la política fiscal, prefiriendo mejor concentrar sus esfuerzos en mejorar el perfil y costo de la deuda pública, sobre todo en lo concerniente a las emisiones dirigidas por el Ministerio de Hacienda.
Donde si ha habido un accionar constante es en la política monetaria, dirigida por la Junta Monetaria y el Banco Central. En su accionar la preocupación principal ha sido el nivel de precios, o inflación, así como sostener un crecimiento económico similar a años anteriores, o al menos en lo que interpretan como el potencial óptimo de la economía.
Su primera herramienta ha sido la tasa de interés, tomando como base la aplicada a los depósitos del sistema financiero. En su momento experimentaron alzas en respuesta a un creciente nivel de inflación y en el presente la tendencia ha sido a la baja para expandir el consumo y producción.
La segunda herramienta es la tasa cambiaria, la cual continúa en la llamada flotación sucia, o sea, con intervenciones periódicas para mantener su relativa estabilidad. La tercera de las herramientas es la expansión del crédito, evidenciado por las medidas aprobadas en junio pasado para la canalización hasta la fecha de casi 59 mil millones de pesos.
Habrá que ver en los próximos meses si con la liquidez que se creará con los bonos estudiantiles, los gastos publicitarios y lo propio de la presente campaña electoral, cual serán los estímulos que se mantendrán. ¿Serán estímulos de expansión o contracción? Estemos atentos.