Aunque nadie se acuerde de ello, al doctor Carlos Esteban Deive le seducía el tema de los extraterrestres, y para demostrarlo he sabido que en la apertura del Museo del Hombre Dominicano, fundado el 12 de octubre de 1973, el insigne maestro dictó una conferencia inaugural intitulada “La antropología y los extraterrestres”.
Años más tarde condujo un programa de tv, relacionado a ese mismo tema. Los extraterrestres son importantes para los antropólogos; los grandes misterios de la humanidad están representados por figuras geométricas y de animales, perfectamente trazadas, que hacen pensar que no pudieron ser creadas por humanos (considerando que pertenecen a miles de años de antigüedad, y que correspondieron a esas culturas que datan de esas épocas), sino por seres extraterrestres.
Una en particular. Las líneas de la cultura nazca, en el desierto del Perú, con alrededor de 600 km2, donde no se ha podido determinar si las enormes figuras que se avistan desde el aire, representando trazados perfectamente delineados, de grandes extensiones y en simetría, son una forma de calendario, de figuras astronómicas o si tienen un carácter divino.
El gran Carlos Esteban Deive nació en la muy Noble y Leal Ciudad de Lugo, la más antigua de Galicia. Cuando algún dominicano ande por allí, y vea las concurrida Fiesta de san Florián y admire la Catedral Santa María de Lugo, sentirá orgullo de que uno de nuestros grandes pensadores nació en un sitio como este.
Aunque específicamente su nacimiento tuvo lugar en el municipio de Sarria, que pertenece a la provincia de Lugo, en 1935, hoy comunidad autónoma.
Arribó a tierra dominicana en 1955. Estudió en la Universidad de Santiago de Compostela, cuna de grandes pensadores de las ciencias sociales e históricas. Enseñó por más de 40 años en nuestras academias, específicamente en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), donde fue profesor y decano de la Facultad de Humanidades y Educación.
Escribió decenas de ensayos de historia y antropología. Cultivó la novela, el teatro y el cuento, con la singularidad de que casi todas sus obras fueron premiadas. También obtuvo grandes e importantes reconocimientos a lo largo de su carrera historiador y antropólogo.
A él le hubiera encantado que los jóvenes conocieran uno de sus postreros trabajos: “¿Y tu abuela dónde está?” (2012), sobre la situación del negro en la historia y la cultura dominicanas.
Lo estudié más profundamente en los últimos tiempos, en que se le dedicó con su nombre, el VII Congreso de Antropología y Arqueología, celebrado en el Museo del Hombre Dominicano; en la premiación XXI Feria Internacional del Libro Eduardo E. León Jiménes 2018, por su obra “Bibliotecas privadas y públicas en la colonia de Santo Domingo”. Tranquilo y flemático como era, me autobiografió un ejemplar, gracias a una amiga que me ofreció su ejemplar para que él grabara su rúbrica.
Su labor por la cultura afroamericanista, así como los “saltos astronómicos” de las culturas americanas, una gran parte guarda sentido en las reflexiones que alguna vez nos dijo sobre los extraterrestres.