El juicio oral por el intento de homicidio de la expresidenta de Argentina Cristina Fernández (2007-2015) el 1 de septiembre de 2022, un hecho que sacudió el escenario político y conmocionó a la sociedad argentina, comenzará mañana miércoles en Buenos Aires.
Casi dos años después del atentado contra quien en aquel momento era vicepresidenta de la República (2019-2023), el hecho ha pasado a un segundo plano mediático, pero se mantiene el desafío de esclarecer los detalles del atentado fallido, juzgar a los responsables y entender las motivaciones detrás de aquel acto.
A lo largo de las pesquisas en torno al frustrado magnicidio, la investigación amplió su radio de búsqueda para tratar de encontrar los supuestos vínculos de los acusados principales por el crimen con movimientos de ultraderecha y centroderecha de Argentina, entonces en la oposición.
Los acusados principales son Fernando Sabag Montiel, quien supuestamente disparó a Fernández sin que el proyectil llegase a salir del arma utilizada; Brenda Uliarte, su pareja y presunta coautora del delito, y Nicolás Carrizo, el jefe del grupo de vendedores de algodón de azúcar bautizado por la prensa como «La Banda de los Copitos», de la que formaban parte los dos principales imputados.
Sabag está acusado como autor material de los hechos; Uliarte, como coautora; y Carrizo, como supuesto coordinador del atentado.
En el teléfono móvil de este último fueron halladas comunicaciones vinculadas con la agresión en las que los acusados hablaban de su «modus operandi».
Supuestamente, Sabag, Uliarte y Carrizo simularon ser vendedores de golosinas para urdir la trama.
Los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari serán los encargados de dar el veredicto del caso.
La vista oral se iniciará el miércoles a las 9:30 hora local (12:30 GMT) en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 de Argentina, situado en el imponente Edificio Comodoro Py de Buenos Aires.
Según los medios de comunicación argentinos, el proceso se desarrollará en la sala AMIA, la más grande del complejo, bautizada así en honor a la Asociación Mutual Israelita Argentina, la institución que sufrió el mayor ataque terrorista en la historia reciente del país suramericano, en 1994, con un balance de 85 muertos y centenares de heridos.
A lo largo el juicio oral, está previsto que declaren más de trescientos testigos, entre ellos la propia exmandataria, actualmente apartada de la primera línea de la política argentina.
Sabag Montiel, un ciudadano brasileño que tenía 35 años en el momento del atentado, se acercó a la vicepresidenta del Gobierno de Alberto Fernández mientras ésta saludaba a un grupo de seguidores suyos que la apoyaban desde hacía varios días frente a su domicilio, en respuesta a un alegato de la Fiscalía contra la exmandataria por presunta corrupción durante sus dos períodos presidenciales.
Según pudo verse en las imágenes captadas por las cámaras de televisión, Sabag Montiel trató de disparar una Bersa Thunder 32 contra Fernández, sin que el proyectil saliese del cañón del arma.
Acto seguido, Fernández fue puesta a resguardo por miembros de su custodia mientras sus simpatizantes capturaron a Sabag Montiel y lo entregaron a la Policía.
Horas después de que se produjese el intento de magnicidio, el presidente Alberto Fernández convocó a los argentinos a manifestarse contra la violencia y tildó el atentado contra Cristina Fernández de «ataque a la democracia».
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